Lo hizo una consultora en base a datos oficiales. Analiza los comicios bonaerenses de 2013 a 2019. Pérdida de votos y bancas.
Por Eduardo Paladini para Clarín.
Mientras el grueso de los gobernadores peronistas del Interior propone suspender las PASO de este año y el kirchnerismo más duro resiste internamente la jugada desde la provincia de Buenos Aires, un informe advierte que justamente esa fuerza en tierra bonaerense debería ser la principal interesada en sortear esa primera parada electoral. ¿Por qué? Porque en los últimos cuatro procesos electorales en el distrito hubo una merma respecto a sus rivales entre las primarias y la elección general. En la comparación, perdió votos y potenciales bancas.
El estudio que se mete en la polémica es de Synopsis, una consultora creada en 2015 que difunde informes mensuales de coyuntura política y económica. Y en el marco de esas mediciones, presenta documentos con algunos temas particulares. Como este.
El trabajo de la firma que conduce el politólogo Lucas Romero se basa en datos oficiales. Y compara las performances del kirchnerismo -con los diferentes nombres que fue tomando- entre las PASO y el comicio general. Cuántos sufragios sacó en cada uno y cuántos legisladores hubiese obtenido en las primarias y cuántos obtuvo finalmente en la elección que fijó el reparto.
La diferencia en votos
Para hacer su análisis, Synopsis presenta primero un cuadro donde detalla los votos del kirchnerismo en los comicios legislativos provinciales en 2013, 2015, 2017 y 2019. En los dos primeros casos como Frente para la Victoria, luego como Unidad Ciudadana y finalmente como Frente de Todos. Los confronta con los de sus principales rivales: Frente Renovador, Cambiemos y Juntos por el Cambio.
En los cuatro procesos, la tendencia fue similar. El kirchnerismo creció en cantidad de votos entre las primarias y las generales, pero sus rivales lo hicieron más todavía. A grosso modo, suele aumentar la participación de electores en la segunda tanda y queda menos oferta en el cuarto oscuro por las fuerzas que no pasaron el corte mínimo de los PASO. Pero esos mayores votos a repartir, van más a los rivales que al kirchnerismo.
Algunos ejemplos: en 2013, la lista de diputados bonaerenses que iba pega a la nacional que encabezó Martín Insaurralde sacó 2.655.696 votos en la primaria y la del Frente Renovador que se referenciaba en Sergio Massa, 2.862.506. En la general del mismo año, el Frente para la Victoria creció a 2.822.250 y el massismo, a 3.607.667. Uno sumó 166.554 y el otro, 745.161. Se amplió la brecha.
En 2017, cuando Cristina Kirchner lideraba la boleta para el Senado nacional, ocurrió algo más simbólico aún. En las PASO, Unidad Ciudadana ganó su tramo para la Cámara alta por unos pocos votos -después de un conteo muy polémico, por las demoras- y en la general perdió. Para la Legislatura provincial, en tanto, Cambiemos agrandó la diferencia para ambas cámaras.
El informe, que se titula «El impacto de las PASO en la política bonaerense», arranca con una diferenciación de «la identidad del voto peronista vs. la identidad del voto no peronista». Lo explica así:
– «Para entender el comportamiento electoral resulta útil discriminar entre una identidad política positiva, que define una pertenencia -y un eventual apoyo electoral- por la adhesión a las ideas o programas que se prometen en la oferta electoral, y una identidad negativa que define su voluntad electoral guiada por el rechazo a una oferta electoral, y no por la adhesión a las ideas o programas brindadas en la oferta electoral elegida. Esta distinción aplica muy bien para discriminar el comportamiento del votante peronista/kirchnerista, que tiene definida su identidad y ello define su voluntad electoral, y el comportamiento del votante no peronista que suele estar guiado más por la posibilidad de obturar el triunfo del peronismo que por el interés de promover el triunfo de tal o cual oferta electoral».
– «Frente a este comportamiento, las primarias tienen un efecto ordenador del voto no peronista, ya que le ofrecen al electorado información precisa respecto de cuál de todas las ofertas rivales están en mejores condiciones de ganarle la elección al espacio que se rechaza. Por este fenómeno, si uno repasa el comportamiento de los electores en las últimas cuatro elecciones en la provincia de Buenos Aires en la categoría a legislador provincial, se observa que al peronismo/kirchnerismo le cuesta mucho aumentar su caudal electoral entre las P.A.S.O. y las Generales, mientras que su principal oferta rival no peronista (o anti kirchnerista, como en 2013) recoge la afluencia de votantes que, guiados por un sentido utilitario de su voto (voto útil), deciden migrar hacia la oferta más competitiva para ganarle al peronismo».
– «De este modo, se observa que, entre las PASO y la General, el principal rival que circunstancialmente ha enfrentado el peronismo/kirchnerismo en cada uno de los escenarios, ha crecido siempre por encima del 20% respecto de lo obtenido en las Primarias, mientras que el peronismo/kirchnerismo solo en 2017 pudo crecer con doble dígito en ese lapso, impulsado por la migración de votantes de Florencio Randazzo, quienes empujado por el magro resultado, prefirieron votar la oferta peronista más competitiva».
La diferencia en bancas
Como segundo cuadro central, el estudio detalla cuántas bancas hubieran obtenido el kirchnerismo y su principal rival para las cámaras bonaerenses según los resultados de las PASO y cuántas terminaron consiguiendo finalmente. El balance es siempre negativo para los K. En las legislativas 2013 «perdieron» 5 bancas entre la primaria y la general; 2015, 3; en 2017, 1; y en 2019, 2. Fueron 5 senadores y 6 diputados que no pudieron finalmente sumar.
Según concluye el informe, esto se debe al «efecto ordenador» que tienen las PASO en los espacios opositores. Y advierte de cara al comicio de este año:
– «Con miras a la elección legislativa 2021 es importante destacar que es altamente probable que la oferta electoral opositora se divida en varias opciones. Si uno de esos espacios opositores lograra mostrar un caudal de voto considerablemente superior a los restantes, podría recibir la migración de votantes que prefieran favorece a la opción que está en mejores condiciones de ganarle al peronismo/kirchernismo».
– «En este contexto, una elección PASO favorecería a la fuerza opositora mayoritaria, la cual cumpliría con el rol de recolectar el voto útil que, entre las primarias y las generales, emigra de fuerzas opositoras con poco caudal de votos a la fuerza opositora mayoritaria».