Durante el comienzo de la semana, el fuego revivió en algunas zonas debido a las altas temperaturas y la falta de lluvia.
La ola de calor sin precedentes para el mes de marzo, tienen muchos efectos colaterales en el corto plazo. Mientras que en la región del AMBA eso se traduce en cortes de luz, en otros lados las consecuencias son incendios forestales.
Este es el caso de la provincia de Corrientes. Las altas temperaturas, sumado a la escasez de lluvia, generan las condiciones propicias para que se propaguen los incendios.
Si bien durante la semana pasada, una precipitación había apagado casi todos los focos activos, lo cierto es que todavía quedaban algunos «puntos calientes» de imposible acceso para los bomberos.
De esta forma, con las temperaturas récords vivenciadas en los últimos días, sumado a que no volvió a llover, se volvieron a activar algunos focos y el incendio volvió a emerger.
Según los datos aportados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ya son más de 105 mil las hectáreas afectadas por esta problemática.
Además de la falta de lluvias y la ola de calor, otro factor a tener en cuenta es el viento y, sobre todo, la rotación de estos que genera que sea imposible llevar a cabo una estrategia para combatirlo.
Así lo manifestó en diálogo con la emisora local Radioactiva 100.7 el comisario mayor jefe de la Unidad Regional de Ituzaingó, Gerardo Torres. «Estamos esperando las lluvias», remató
Por lo pronto, según lo anunciado por el Servicio Metereológico Nacional, las precipitaciones están próximas a llegar. Las autoridades del lugar tienen las esperanzas de que estas se extiendan hasta finales de la semana y terminen por apagar todos los focos activos.