El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires criticó el acto realizado en la Basílica de Luján en forma de repudio al atentado contra Cristina Kirchner considerando que «tomó un tono partidario».
Este sábado, el presidente Alberto Fernández junto a su Gabinete participaron de la misa realizada en la Basílica de Luján «por la paz y la fraternidad» en el marco del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La cita eclesiástica generó tanta polémica que el propio arzobispo, Jorge Eduardo Scheinig, tuvo que pedir que «no se malinterprete el gesto».
El jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, criticó al Gobierno «por haber politizado la ceremonia religiosa».
«Tomó un tono partidario y ahora es la propia Iglesia la que está cuestionándolo, veía que un obispo pedía disculpas, haber politizado una misa es un extremo», manifestó.
Y se lamentó: «Yo creo que perdimos una posibilidad a partir del atentado que sufrió Cristina Kirchner, que todos repudiamos; era una oportunidad para llamar a la unidad de los argentinos y la primera noche el Presidente mostró vocación por partidizar el tema, echando culpas a la prensa, a la justicia y a la oposición».
Por otra parte, el alcalde de la Ciudad festejó el triunfo electoral de la intendenta reelecta del departamento de Marcos Juárez (Córdoba) Sara Majorel.
«Las elecciones tienen una connotación nacional, todos los dirigentes de Juntos por el Cambio fuimos a apoyar. Al principio parecía que iba a estar más parejo, pero la gente terminó valorando el trabajo de Pedro Dellarossa (actual jefe comunal), pero también lo tomamos como un espaldarazo para el trabajo nacional de Juntos por el Cambio», concluyó.