Después de 28 años de frustraciones y sequías, la Selección logró un título a nivel mayor con una soberbia victoria 1-0 sobre Brasil en el mítico estadio «Maracaná».
¡Por fin Argentina, por fin Messi! Después de 28 años de frustraciones y sequías, la Selección logró este sábado un título a nivel mayor con una soberbia victoria 1-0 sobre Brasil en el mítico estadio «Maracaná», para quedarse con la decimoquinta Copa América de su historia y alcanzar a Uruguay como los máximos ganadores.
A los 21 minutos del primer tiempo, Rodrigo De Paul metió pase largo bárbaro para «Fideo», que ante la duda de la defensa y la salida a medias del arquero Ederson, definió de emboquillada emulando ese gesto de la final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, cuando la Albiceleste ganó su segunda medalla dorada consecutiva.
La última vez que Argentina levantó la Copa América fue en Ecuador 1993, de la mano de Alfio Basile y con Oscar Ruggeri como capitán y Gabriel Batistuta como goleador. Recientemente había acumulado dos subcampeonatos seguidos de América, en 2015 y 2016.
El equipo conducido por Lionel Scaloni terminó el torneo invicta, tras haber ganado cinco partidos y empatar uno, que luego sorteó por penales. El DT santafesino sorprendió metiendo varios cambios en la formación inicial, con Cristian «Cuti» Romero como defensor y los aportes de Di María por Nicolás González y Acuña por Tagliafico.
Argentina salió a hacer un partido táctico y estratégico, sin darle espacios a los brasileños, que tocaron de primera y buscaban siempre a un Neymar que quería desequilibrar.
Las escapadas de Di María estaban algo controladas, hasta que De Paul le puso un pase milimétrico, el rosarino aprovechó el yerro de Renan Lodi y con un toque sutil de izquierda, por encima de Ederson, marcó el gol que terminó siendo el del título.
Brasil no encontró las llaves para romper el cerrojo argentino, donde «Cuti» Romero fue un bastión y «Dibu» se mostró firme, pero además con los laterales bien pegados a la raya, sin revolear el balón, sino jugando siempre al pie.
En el complemento Tite colocó a Roberto Firmino y sacó a Fred y el ataque local fue más punzante y el mediocampo argentino debió recurrir a las faltas, y así fue que Paredes y Lo Celso fueron amonestados, y por eso Guido Rodríguez reemplazó al hombre del PSG.
Cada intervención de Di María fue desequilibrante, aunque con el correr de los minutos el «fideo» se fue quedando sin reacción, y Messi no tuvo tanto protagonismo, aunque sí De Paul.
La defensa se apuntaló en la capacidad de «Cuti» Romero y Otamendi, pero Richarlison fusiló a «Dibu» Martínez y el arquero del Aston Villa tuvo las manos de acero. Scaloni metió mano en el banco, para aguantar con juego el resultado, y además por el cansancio de muchos jugadores que ya no podían entregar más.
Argentina se vio superada porque Brasil multiplicó hombres en ataque, con Vinicius y Gabriel Barbosa, que si bien hizo que el local fuera dominante, no fue sino hasta el final que tuvo claras opciones de gol.
A los 41 Gabriel Barbosa probó los reflejos de «Dibu» Martínez, quien evitó la caída argentina, y en un contragolpe inmediato la tuvo Messi solo ante Ederson, tras un pase genial de De Paul, pero la «Pulga» se tardó un segundo más y el arquero evitó el gol.
En una carrera fulgurante De Paul casi hace la del superhéroe, pero otra vez Argentina chocó con Ederson y no pudo convertir.
Argentina, ante unos privilegiados 2.200 compatriotas que se ubicaron en las tribunas del «Maracaná», consiguió quedarse entonces con la gloria que le negaba desde 1993, cuando se coronó de la mano de Alfio Basile.