El escritor consideró que la corrupción es el problema transversal que aqueja al país, y que la constante disputa entre «izquierda y derecha» es un «negocio interesante» para la política.
Hernán Casciari, escritor y fundador de la Editorial Orsai, brindó este sábado su lectura sobre la grieta y la coyuntura política del país. Según su análisis, cualquiera de los dos modelos de país podría mejorar la vida de los argentinos, algo que no sucede debido a la corrupción arraigada en ambos sectores, de acuerdo a su perspectiva.
«La grieta es un negocio muy interesante para alguna gente. El gran problema que tenemos es transversal, y es la corrupción. Cualquiera de los dos modelos que están en pugna hoy funcionaría si la gente que lleva adelante no fuera corrupta. Estamos llenos de pelotudos», resumió Casciari en el programa Ingobernables.
Y continuó: «Para mí es un síntoma de los tiempos. La editorial tiene una ideología clarísima, y no tiene nada que ver con la grieta. Los dos lados lo pueden entender. La derecha nos mira y dice ‘que bien, están en contra de los subsidios’. Y la otra parte dice ‘que bien, son progres’. Nuestra ideología es muy macro, no tiene que ver con este pedacito de chusmerío».
Casciari vivió en España, desde donde escribió y publicó distintas obras, y actualmente está radicado en Buenos Aires. Su paso por Europa, contó, tuvo influencia en su carrera: «Si no me hubiera ido a España no hubiera seguido la temática inicial, tan nostálgica. Ver la Argentina desde afuera es completamente distinto que padecerla. Acá tenemos esa sensación permanente de esquizofrenia, de paranoia».
En línea con esta lectura, el escritor asegura que no extraña la vida española, y que prefiere estar de regreso en su país natal.
En paralelo, desde Argentina mantiene una perspectiva global para su obra, que pueda abrazar a todo hispanoablante por igual: «Internet me hizo entender que no podes escribir demasiado regional, porque hay mucha gente que habla distinto. Son cosas muy necesarias para congregar comunidad, y poder ser internacional dentro del castellano. Sin duda hay ahí algo importante, y yo estoy atento a que del otro lado hay gente diversa y que tengo que moverme en ese océano».
«El oficio de contar historias me llevó a formatos que en los 80 no existían. Todo lo que uno proyecto se diversifico y me encuentra en posiciones raras. Hoy ya no hay lectores, tengo espectadores, usuarios, y me parece alucinante llegar a gente que no lee», desarrolló Casciari.