Cecilia Rivas dijo que recuerda cómo comenzó el episodio, pero que no registró nada de la persecución y del choque.
La promotora, bailarina de pole dance y modelo Cecilia Rivas explicó cómo empezó el robo de su celular en el barrio porteño de Balvanera y que terminó con la muerte de uno de los motochorros, luego de que la moto en que escapaban se incrustara debajo de un auto estacionado.
En una nota con TN, la mujer expresó: “Tengo pánico de que me hagan algo”. La madrugada del domingo 20 de mayo iba en su Peugeot 207 acompañada por Roxana Susterman (39). El robo fue en Sánchez de Bustamante y avenida Córdoba, en el límite entre Recoleta y Balvanera.
“Estábamos con mi amiga, contentas como cualquier sábado, saliendo a reunirme con mis amigas. Pongo la dirección en el celular, que lo uso como GPS, y de golpe fue cuando siento el golpe en mi cuerpo, y veo que un tipo se me mete adentro del auto y sale corriendo con mi celular”, narró Rivas.
Y siguió: “Ahí es cuando otra persona que estaba en una moto me dice: ‘Se va para allá, subió en una moto’. Yo los veo y atiné a seguirlos. Estábamos las dos nerviosas, gritando: ‘Policía me robaron’. Quería una foto, una filmación con la patente de la moto. Mi intención era escracharlo y buscar ayuda”.
Según Rivas, sólo recuerda “flashes del momento”. Y explicó: “Fui tras la moto y después recuerdo verlos en el piso”. No pudo seguir, el llanto la quebró. La víctima fatal se llamaba Oscar Orona (43). El motochorro no estaba solo: iba con Julián Cardozo (21), quien sufrió “politraumatismos” y terminó internado en el hospital Ramos Mejía.
Según consigna Clarín, cuando logró reponerse de la angustia, dijo que se dio cuenta de las lagunas mentales al presentarse a declarar en el juzgado correccional y criminal N°19, a cargo de Diego Slupski. Está acusada de “homicidio culposo”.
Del momento del en que los ladrones chocaron, Rivas recuerda que perdieron “estabilidad de golpe” y ella frenó: “Ahí fue cuando el auto perdió el control, o no se qué. Sentí el impacto y después fue como que me desperté… No puedo borrar las imágenes de esas personas de mi cabeza”.