Varios de ellos aceptaron seguir en el cargo por un sueldo menor o reubicados en otros sectores.
Fueron publicados esta semana en el Boletín Oficial algunas modificaciones en las estructuras de los ministerios y también el regreso de algunos funcionarios que habían perdido sus puestos de trabajo en el marco de la reciente reorganización de las estructuras del Gobierno impulsada por la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Modernización, con la idea de recortar gastos (se estima un ahorro total de $1500 millones).
Según informó La nación, el porcentaje de los funcionarios que dejaron efectivamente el Gobierno varía entre un 30 y un 40 por ciento como «techo». El resto, unos 600 empleados jerárquicos, como secretarios, subsecretarios y directores, aceptaron continuar en sus puestos con un rango y sueldo menor o fueron relocalizados en otras dependencias.
Algunos ejemplos se pueden ver en el Boletín Oficial, donde se destaca, entre otros casos, al secretario de Vivienda, Domingo Amaya, que pasa a ser subsecretario de Interior. La jefa de gabinete de Medio Ambiente, Patricia Holzman, se transforma en titular de la Unidad de Coordinación General de ese mismo ministerio, algo que también pasó con Pablo Quirno en el Ministerio de Finanzas, Hernán Bielus en la Cancillería y Pablo Nocetti en la cartera de Seguridad.
En cuanto a algunas reubicaciones, el ejemplo más fuerte pasa por el Ministerio de Educación, donde varios funcionarios terminaron en el senado donde está el antiguo responsable del área, Esteban Bulrich, previo acuerdo con su sucesor en el cargo, Alejandro Finocchiaro.
«El objetivo más importante era reducir la masa salarial y ser más eficientes. La consigna no era echar gente», aseguraron al respecto desde diversos ministerios, y añadieron: «La idea era dar una señal política en tiempos en los que se le pide un esfuerzo a la gente, y nosotros también lo hicimos».
