«Nos oponemos a esta medida que es un golpe directo a la rentabilidad de los kiosqueros. Castigan al consumo y el trabajo de las clases trabajadoras. La inflación, los tarifazos, el aumento de alquileres y los aumentos de impuestos nos están empujando al precipicio» explicaron desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina.
Los kiosqueros aseguran que más de 100 mil kioscos están en riesgo de cierre tras que el gobierno anunciara una suba de impuestos a las gaseosas, aguas saborizadas y cervezas. «El avance de esta iniciativa sería absolutamente discriminatorio para el sector, ya que la mayoría de nuestras ventas están representadas por gaseosas, aguas saborizadas y cervezas. Un aumento de impuestos se traslada automáticamente al precio y castiga fuertemente a los eslabones más débiles de la cadena: kiosqueros, consumidor y trabajadores. Instamos a que el gobierno contemple la realidad del sector. Somos personas de clase trabajadora que en gran parte hemos acompañado a esta gestión porque queremos ver a un país pujante; pero no creemos que empujarnos al precipicio sea el camino para lograrlo» manifestaron en un comunicado desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA).
Y enumeraron los otros problemas que están pasando más allá de esta medida: «Desde enero las ventas vienen en baja. La Inflación, el tarifazo de luz, gas, agua y el aumento de alquileres, naftas nos sacudió el bolsillo. Con un impuesto de este tipo, quienes perdemos somos los kioscos, almacenes más chicos y el pueblo consumidor, mientras que los grandes hipermercados y cadenas ganan al tener mucho más margen financiero para trasladar costos»
Además, compararon la situación con la de otros países: «Estamos a tiempo de no cometer los mismos errores de otros países como México, Uruguay, Colombia y Perú donde la instalación de impuestos de este tipo no solo no logró mejoras en sus índices de salud, sino que derivó en una fuerte crisis para los pequeños comerciantes ante la fuerte caída en las ventas de bebidas».