Según un informe, el gobierno norteamericano decidió dejar de cuestionar la política legislativa y regulatoria en materia de patentes farmacéuticas en el país.
El 25 de abril de 2024 el United States Trade Representative (USTR) publicó el “2024 Special 301 Report on Intellectual Property Protection and Enforcement”, más conocido como “Informe de la Sección 301″, introduciendo un cambio positivo respecto de su visión del régimen de patentes farmacéuticas vigente en Argentina.
En forma anual, el Informe de la Sección 301 evalúa las leyes y prácticas de los distintos países, destacando aquellos que no brindan desde la perspectiva de los EEUU protección adecuada a la propiedad intelectual.
En el año 2024, si bien se mantiene a la Argentina dentro de la “Priority Watch List”, el gobierno de EEUU ha cambiado radicalmente su visión en lo que respecto al sector farmacéutico, pues ha desistido de objetar la política legislativa y regulatoria en materia de patentes farmacéuticas.
A diferencia de los últimos 12 años, el USTR ya no incluye críticas relativas a la existencia de limitaciones indebidas a la patentabilidad de productos farmacéuticos y biotecnológicos en Argentina, ni cuestionamientos a las pautas de patentabilidad vigentes desde el año 2012.
Las pautas de patentabilidad argentinas están diseñadas para evitar que se obtengan patentes para desarrollos menores de evergreening en el sector farmacéutico y biotecnológico, evitando la extensión indebida de los monopolios y favoreciendo la competencia, mientras que aseguran el reconocimiento de las patentes para las verdaderas invenciones.
Este cambio de visión puede explicarse a partir del diálogo constructivo con el USTR desplegado por la Embajada Argentina en EEUU, la Cancillería, y los representantes de CILFA por la industria farmacéutica nacional, habiéndose logrado exponer que los objetivos de las pautas de patentabilidad argentinas están en línea con las políticas del gobierno de los EEUU y la jurisprudencia de sus tribunales.
Del mismo modo, este cambio constituye un reconocimiento de los avances de la Argentina en la materia, como así también de la necesidad de asegurar una regulación balanceada en el sistema de patentes, garantizando el otorgamiento de patentes de calidad, sin reconocer derechos monopólicos sobre desarrollos que no los merecen. Mientras se promueve la innovación y el desarrollo, se asegura y favorece la competencia.
Con este enfoque se sientan las bases para continuar trabajando en la construcción y desarrollo del comercio bilateral con los EEUU en medicamentos, materias primas e insumos farmacéuticos, como así también permite vislumbrar la posibilidad de integración de la cadena de valor farmacéutica argentina con la americana en beneficio de los pacientes de ambos países.