El piloto argentino pasó otro domingo sin sumar puntos en la Fórmula 1. Flavio Briatore advierte sobre el preocupante nivel del equipo, mientras el Grupo Renault se prepara para un cambio de CEO que podría afectar el rumbo de la escudería.
Franco Colapinto se fue del Gran Premio de Austria con un sabor agridulce. La gran noticia es que el piloto argentino correrá en Silverstone, lo que marcará su presencia en la Fórmula 1 el próximo fin de semana. Pero, en paralelo, el bajo rendimiento del equipo Alpine volvió a quedar en evidencia y deja al piloto bonaerense ante un escenario tan desafiante como incierto.
Sin ritmo, pero con rendimiento
El A525, monoplaza de la escudería francesa, volvió a fallar en ritmo de carrera. Colapinto logró meterse en Q2 por segunda fecha consecutiva, con un prometedor 14º puesto en clasificación, que alimentó la ilusión de sumar puntos por primera vez con Alpine.
Sin embargo, el domingo fue otra historia: el auto careció de potencia, en especial frente a los motores de Mercedes, Ferrari y Honda. “Hay que entender todo con el equipo y estar más fuertes para la próxima”, reflexionó Colapinto tras la carrera.
Para colmo, una mala parada en boxes (3,9 segundos para cambiar neumáticos) y un toque de Yuki Tsunoda, que dañó el piso y el alerón del auto, complicaron aún más sus chances.
Aun así, Franco terminó 15º, por delante de su compañero Pierre Gasly, y marcó mejores tiempos en el último tramo de carrera, incluso con gomas duras y el coche averiado.
El panorama de Alpine
El análisis crudo evidencia que Alpine no encuentra el rumbo. Las mejoras del viernes al sábado no se traducen los domingos, y los puntos siguen sin llegar. El propio Flavio Briatore, asesor ejecutivo del equipo, lo expresó sin rodeos: “Este nivel de rendimiento es cada vez más preocupante”.
La situación se agrava por la falta de inversión inmediata, ya que la escudería está enfocada en el desarrollo del nuevo monoplaza para 2026, con características técnicas renovadas y combustibles sintéticos.
En paralelo, se espera la designación del nuevo CEO del Grupo Renault tras la salida de Luca De Meo, lo que podría cambiar el enfoque de la casa matriz respecto a la F1. Si el reemplazo no muestra interés por la categoría, el futuro del equipo francés podría entrar en zona de riesgo.
El camino de Franco
A pesar del contexto adverso, Colapinto demuestra temple y talento. Con solo 22 años y cinco carreras en Alpine, ya se pone a la par de un experimentado como Gasly, quien acumula 164 Grandes Premios. Su adaptación a la escudería francesa no ha sido fácil: viene de una etapa prometedora en Williams, donde logró sus primeros puntos en Azerbaiyán 2024.
Hoy, el furor inicial dio paso a la mesura. La expectativa está en el largo plazo: quedan 13 fechas y 17 carreras, incluyendo cuatro sprint. Franco tiene por delante una temporada para aprender, sumar kilómetros y demostrar que está preparado para competir en la elite del automovilismo mundial.
La Argentina esperó 23 años para volver a tener un piloto en F1 y 42 para ver a uno sumar puntos. No hay apuro. El camino recién empieza.
