Ricardo Ezzati ocultó durante años a curas abusadores. Será reemplazado por monseñor Celestino Años Braco, obispo de Copiapó.
El papa Francisco aceptó la renuncia del arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, imputado en su país por el presunto encubrimiento de casos de abusos sexuales.
El un comunicado el Vaticano indicó que el sumo pontífice aceptó la renuncia presentada por el cardenal, aunque sin indicar mayores detalles, y nombró como administrador apostólico en «sede vacante» al español Celestino Aós Braco, quién se desempeñaba hasta ahora como obispo de Copiapó, en el norte de Chile.
Los obispos deben presentar sus renuncias al Papa una vez que cumplen los 75 años de edad, pero la salida de Ezzati, de 77 años, se produce cuando es investigado en su país por encubrir casos de presuntos abusos sexuales a menores de edad por parte de curas, informó EFE.
El año pasado, la Justicia protagonizó varios allanamientos a sedes de la Iglesia católica chilena, entre ellas, el propio Arzobispado de Santiago. En ese lugar, los fiscales encontraron una serie de documentos que dan cuenta de denuncias de víctimas de abusos contra religiosos de diversas congregaciones que sólo fueron canalizadas -en algunos casos- en el ámbito canónico y no se dio cuenta de estos delitos a la justicia ordinaria, indicó el diario chileno La Tercera.