Todos recordarán lo que fueron las escandalosas declaraciones de Gustavo Cordera en una charla con estudiantes de periodismo cuando el cantante se refirió a las mujeres y la violación. En pleno proceso legal, el cantante decidió cambiar de abogado. Los detalles en esta nota
La causa de Gustavo Cordera sigue su curso, el cantante está imputado por «Instigación a cometer delito y apología de crimen». «Hay mujeres que necesitan, porque son histéricas, ser violadas porque psicológicamente lo necesitan, porque tienen culpa y no quieren tener sexo libremente», estos brutales dichos generaron un caos mediático y un gran revuelo judicial. Llegando casi a los dos años de aquella fatídica conferencia de prensa, el músico decidió cambiar a su abogado y en su lugar asumió Fernando Burlando.
Fue el propio Burlando quien dio detalles de la nueva estrategia que tendrá su defendido «Había una audiencia proyectada de suspensión de juicio a prueba -prevista para este jueves- que directamente lo desistimos. Nos pareció poco lógico, no habiendo delito en la conducta que se le quiere imputar a Cordera, someterlo a una probation, a cualquier tipo de tarea comunitaria, sabiendo que los delitos que se le imputan no están. Uno se puede equivocar en una descripción, como fue lo que hizo Gustavo, pero eso no significa que cometa delito», arrancó el doctor, quien hizo hincapié en que fueron Cordera, él y su estudio jurídico quienes solicitaron la suspensión de la audiencia de probation
Luego agregó «Éticamente no nos cierra la situación de someter a alguien a una probation, más allá de que no estaba resuelta, cuando entendemos que no hay delito de por medio. Uno puede cometer una equivocación, puede decir una soberana barbaridad si se quiere, pero no por eso lo vamos a someter un tiempo prolongado a tareas comunitarias. Yo lo prefiero al flaco Cordera haciendo música, que va a ayudar a más gente, que haciendo tareas comunitarias. La justicia no puede, cuando no hay delito, que haga tareas comunitarias, y tenerlo sometido a un juicio abierto durante una determinada cantidad de tiempo, cuando realmente suena injusto, éticamente no me lo puedo permitir», finalizó