La fortuna que le había pedido Norma Abate de Mazzucchelli a una comerciante a cambio de acelerar el proceso de una sucesión.
La jueza Norma Abate de Mazzucchelli, presidenta de la Cámara Cuarta en lo Civil, Comercial y de Minas de La Rioja, renunció a su cargo tras ser denunciada por pedir 8 millones de pesos para agilizar el expediente de una sucesión a una comerciante.
Abate de Mazzucchelli también formaba parte de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, entidad que decidió suspenderla preventivamente de su cargo como vicepresidenta primera y como socia luego de que se conociera el escándalo.
La renuncia ingresó hoy a la Secretaria Administrativa del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, donde se tratará el tema a la espera de una resolución para ser enviado al Consejo de la Magistratura provincial. Tras esta instancia, la causa se eleva a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados.
“Se está evaluando todo, además de esta cuestión que es gravísima, ella tenía otras denuncias de demora judicial”, informó una fuente judicial a Infobae.
La denuncia se hizo pública a través de un informe de Telenoche, De acuerdo a la investigación, la jueza Abate de Mazzuchelli le exigió a una comerciante una coima de 8 millones de pesos para agilizar el expediente de una sucesión sin testamento y así liberar un pago que le correspondía a la mujer por la herencia de su tío, que murió hace 4 años. Incluso, en un video grabado sin que la magistrada lo supiera, se la escucha quejándose de los bajos salarios y pidiendo “lo que cobraron ellos”, en referencia al pago que reciben los abogados que intervinieron en la sucesión.
Según el relato de la comerciante, la jueza se acercó hasta su comercio horas después de su primer encuentro para avisarle que podría tener al día siguiente los oficios. Esto habría derivado en otra tercera reunión en el que Abate de Mazzucchelli solicitó una suma de dinero para destrabar la causa, a modo de “reconocimiento” del trabajo que implicaba activar esos expedientes, algo que incluiría dentro de los honorarios de la abogada que llevaba la sucesión, pero que cobraría ella.
En ese momento la jueza le preguntó sin rodeos: “¿Cuánto creés que podés (pagar)? ¿Quién te hizo todo? ¿Quién te manejó todo? Acá no fueron los abogados”. Y siguió: “Es simple, Manuela. Acá nadie te va a poner un revólver en el pecho, voy a regular unos honorarios para tu abogada y esos honorarios van a ser los míos. Vos me entendés, porque sos inteligente”.
Luego de eso, siempre siguiendo el relato de la comerciante riojana, Abate de Mazzucchelli escribió un “8″ en un papel, requiriendo 8 millones de pesos por el proceso y cuestionando el trabajo de los abogados que llevan el expediente. Segundos después, habría intentado negociar otro monto al preguntarle a la comerciante cuánto estaba dispuesta a pagar.