¿En serio vas a hacer un podcast? ¿Para qué?

Cuando les conté a mis amigos más cercanos que junto a mi amigo y compañero de radio Hernán Schuster se venía un nuevo proyecto, una nueva aventura, algo más para sumar a la inspiración colectiva y creativa, un Podcast, me preguntaron:

– ¿Hacer un Podcast? ¿Para qué?

– “¿Para qué?” ¿No podés decir “¡Qué bueno!” y ya?

– Mmm… No. -Dijo mi amigo.- Quiero saber para qué, vos que escribís, haces radio, das charlas, ayudas a empresas y todo eso, [de paso pasé mi chivo] ahora vas a hacer un Podcast… ¿Qué sentido tiene? ¿Para qué?

– ¿Por qué tiene que haber un para qué?

Cuando era más chico la pregunta ¿Para qué? me molestaba y mucho. Sentía que quien la hacía buscaba provocarme. Ni siquiera la pregunta para qué era para saber para qué…

¿Y si al para qué le fuera un porque sí?

A diferencia del universo infantil, el mundo adulto no tiene espacio para el porque sí.

Con los años, empecé a entender que cada ¿Para qué? merece una respuesta pensada. O al menos, pensar una respuesta. Darse el tiempo de buscarla y si es posible, encontrarla.

Desde que comenzó el 2018, sabía que iba a hacer un programa de radio. Hoy es “En Modo Beta” y sale todos los domingos desde las 14 por FM Milenium 106.7. También sabía que lo iba a hacer con Hernán Schuster y tenía claro que después de transitar esa experiencia lo siguiente sería Un Podcast. Con contenidos de valor. (Al menos para mí).

– ¿Hacer un Podcast? ¿Para qué?

Sigo pensando una respuesta…

En los trabajos hablamos de la necesidad de tener estructuras ágiles, pero no podemos agilizar toda nuestra estructura. Sí la de los trabajos, no la de toda nuestra vida.

Vivimos corriendo. Y porque vivimos corriendo nos estamos perdiendo contenidos de valor. Contenidos que se nos pasan por la velocidad a la que venimos. Que no llegamos a aprovechar porque no podemos, o porque no los vemos. Pero están, y muchas veces muy a mano.

Vivimos corriendo y, por eso, vivimos perdiéndonos todo aquello a lo que no podemos atender porque corremos.

Pero (¿por suerte?) inventamos herramientas que nos permiten recuperar lo perdido sin tener que disminuir la velocidad. Porque no sabemos no correr o ya no recordamos cómo era. Por eso, o para eso, inventamos el “On demand”.

El “Cuando quieras, dónde quieras” se volvió primero una posibilidad, después una solución, ahora una necesidad. Igualmente yo cambiaría esa idea por otra más honesta: On demand: “Cuando puedas, como puedas, donde puedas”, porque en definitiva es así como funciona. Funciona como vivimos. Sin respiro, como podemos.

-¿Hacer un Podcast? ¿Para qué?

Y volví a pensar en esa pregunta de mi amigo…

¿Para qué? Para generar un espacio en donde poder alojar un contenido que se pueda oír, escuchar y que invite a reflexionar.

¿Para qué? Para dejar suspendido en algún lugar el conocimiento. Para que dure, al menos, un poco más de lo habitual.

¿Para qué? Para que alguien que se pueda topar con él, se interese, lo tome, se lo apropie y lo use. Lo transfiera. Le sirva.

¿Para qué? Para que las ideas no estén atadas al ritmo de estos tiempos frenéticos.

¿Para qué? Para que la velocidad no atrofie a la curiosidad.

-¿Hacer un Podcast? ¿Para qué?- dijo mi amigo.

-Lo pienso y te digo.- eso fue lo que le dije.

A partir de ahora, junto a mi amigo y compañero Hernán Schuster (@herschuster en todas las redes) vamos a generar contenidos para que perduren y para que puedan compartirse. Ojalá te interesen. Ojalá te gusten. Ojalá te sirvan.

 

@demiansterman en todas las redes.

demiansterman.com

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