El proyecto arrancará a discutirse en un plenario de comisiones, con la exposición de funcionarios. El Gobierno apunta a conseguir el apoyo de radicales, partidos provinciales y peronistas disidentes.
Por Martín Bravo para Clarín
El proyecto de Ley Bases comenzará a tratarse en el Senado este martes, después del mediodía, con la exposición de funcionarios del Gobierno en un plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. La búsqueda de las firmas para el dictamen de mayoría será el primer desafío para el oficialismo en una Cámara con un panorama más ajustado e incierto que en Diputados.
El debate arrancará con la defensa del proyecto por parte de Guillermo Francos -ministro del Interior-, José Rolandi -vicejefe de Gabinete- y los secretarios Carlos Guberman (Hacienda), Eduardo Rodríguez Chirilo (Energía) y María Ibarzábal Murphy (Planeamiento Estratégico). El miércoles irá Julio Cordero (Trabajo) y otros funcionarios, y al día siguiente el oficialismo evaluará si pasa a la firma los dictámenes.
“La idea es ver cómo se desarrolla el tratamiento. La intención es que salga todo y bien lo antes posible. Pero somos cautos, no queremos dar fechas”, adelantaron desde La Libertad Avanza. Con un bloque propio de apenas siete senadores, el Gobierno tendrá que negociar y construir el número para la aprobación o al menos para evitar el rechazo. Si el texto sufre modificaciones, no estará tan mal para el oficialismo: salvo que las correcciones salgan con los dos tercios de los votos, Diputados podrá ratificar la media sanción con mayoría simple.
Del plenario participarán 41 senadores (11 están en más de una comisión) que representan 53 firmas. La Libertad Avanza cuenta con sólo tres integrantes: Bartolomé Abdala, presidente de Legislación General, manejará los tiempos; Ezequiel Atauche como titular de Presupuesto y Juan Carlos Pagotto en Asuntos Constitucionales.
Para intentar sumar apoyos el oficialismo recurrirá al PRO (cuatro firmas), la UCR (11) y a otros 11 peronistas disidentes o de bloques provinciales que responden a gobernadores. El momento de la firma de los dictámenes será una primera medida de las posibilidades del oficialismo para sancionar el proyecto. Si consigue la mayoría funcionará como un envión. De lo contrario implicará un golpe para el Gobierno antes de llegar al recinto.
Más allá de la disputa por los dictámenes, en el plenario empezarán a revelarse los movimientos de los senadores que serán decisivos para inclinar la balanza hacia un lado o el otro. Aunque podrán mantener el suspenso sobre sus votos hasta la sesión, las intervenciones en el debate y lo que hagan en la firma de los despachos funcionará como un primer indicio de sus posturas.
En la UCR, Martín Lousteau y Pablo Blanco estarán en el debate con una particularidad: el titular del partido forma parte de dos comisiones y el fueguino de tres, por lo que entre ambos tendrán cinco firmas. Son dos de los radicales que concentran la atención, luego de que votaran en contra del mega DNU 70/23.
Otros como los mendocinos Rodolfo Suárez y Mariana Juri, el catamarqueño Flavio Fama (dos firmas) y el correntino Eduardo Vischi se inclinan a acompañar, mientras que el bonaerense Maximiliano Abad y el chaqueño Víctor Zimmermann no adelantaron sus posturas.
En Legislación General el oficialismo procurará contar con el apoyo de la tucumana Beatriz Avila, la misionera Sonia Rojas y el santacruceño José María Carambia. Lo mismo con la neuquina Lucila Crexell, aunque en Unión por la Patria también buscarán seducirla.
En Presupuesto estarán el salteño Juan Carlos Romero y la chubutense Andrea Cristina (afines al Gobierno), la cordobesa Alejandra Vigo -los diputados del espacio votaron a favor- y la rionegrina Mónica Silva. En Asuntos Constitucionales, presidida por el peronista disidente Edgardo Kueider, se repiten Crexell y Silva.