Desde la calle, los movimientos sociales sumaron presión con una masiva movilización.
En poco más de 4 horas de debate, el Senado dio luz verde al proyecto de emergencia alimentaria que la semana pasada fue aprobado por la Cámara de Diputados. Las organizaciones sociales y piqueteros -principales impulsores de la movida- acompañaron la sesión desde afuera del palacio legislativo con una masiva convocatoria.
La ley fue sancionada por unanimidad en el Senado con 61 votos positivos y sin abstenciones. Entre sus principales puntos, prorroga la condición de emergencia hasta 2022 y fija un incremento del 50% de las partidas destinadas a programas de alimentación y nutrición.
En el arranque, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, hizo una moción de orden para que solo hablaran en la sesión dos senadores por bloque y por un máximo de 10 minutos cada uno. Y finalmente así fue.
En la lista de oradores se anotaron Esteban Bullrich y Luis Naidenoff (ambos por Cambiemos), José Mayans y Carlos Caserio (por el PJ), María Sacnun y Marcelo Fuentes (por los K), y por los diferentes bloques los senadores Pino Solanas, Cristina Fiore, Guillermo Pereyra, Madgalena Odarda, Adolfo Rodríguez Saá y Juan Carlos Romero.
La iniciativa prorroga hasta el 31 de diciembre de 2022 la emergencia alimentaria nacional y establece un incremento al menos el 50 por ciento «de los créditos presupuestarios vigentes del corriente año correspondientes a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición».