«Necesito saber si la sangre que quedó en mi camisa es de Santiago Maldonado», dijo un puestero del Grupo Benetton, que fue atacado por un grupo de la organización mapuche RAM.
En las últimas horas se difundió el testimonio de un testigo que puede ser fundamental en la investigación de una nueva hipótesis que conduzcan a Santiago Maldonado, el joven desaparecido hace un mes tras el desalojo de Gendarmería en la comunidad mapuche Pu Lof, en Cushamen, Chubut.
“Quiero que se resuelva cuanto antes si la mancha de sangre que quedó en mi camisa es o no la de Santiago Maldonado”, exige Evaristo Jones, un puestero que fue atacado por un grupo de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) el 21 de julio pasado y que ahora aguarda el resultado del ADN de su ropa con el que se sabrá si el artesano de 28 años participó o no del incidente.
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Aquella madrugada, entre tres o cuatro personas encapuchadas abordaron a Jones en el puesto Los Retamos -que pertenece al Grupo Benetton y que él vigilaba. Lo desnudaron, ataron, le apoyaron un arma en la cabeza y le prendieron fuego todas sus pertenencias.
Sin embargo, antes el hombre de 44 años se defendió cuerpo a cuerpo: “Alertado por los perros me desperté de la cama a las 2 de la madrugada y vi una luz por la ventana. Agarré el cuchillo y esperé. De repente la puerta reventó y entraron dos personas que se me abalanzaron, yo intenté defenderme y pude haber lastimado a alguien, pero nunca una herida como para matar a otra persona”, narró.
Este jueves, el fiscal general de Esquel, Carlos Díaz Mayer, volvió a relacionar la desaparición de Maldonado con el incidente del 21 de julio: “Es una opción, una de las líneas de investigación”, remarcó.
