Costo mucho tener a Claudia Villafañe en Master Chef Celebrity pero todo valió la pena para la producción ya que es el personaje más rendido del certamen.
No hay dudas que Claudia Villafañe es la gran sorpresa de «MasterChef Celebrity». Desde que comenzó el programa, se conviritió en una de las preferidas del público. Casi sin quererlo, logró que los fans del concurso de cocina se conmovieran con la humildad con que cuenta su historia que, como todos saben, es la de una princesa en un cuento de hadas. Y es así por los avatares que le tocaron vivir junto a Diego Maradona.
Anoche volvió a ser el centro de todas las miradas cuando, empujada por el jurado, se atrevió a salir de su «zona de confort» culinaria y preparó un riquísimo pollo frito rebozado en avena y sésamo negro y blanco con puré de hinojo e hígado salteado, que le valió los elogios y la llevó a emprender un inesperado viaje al pasado, a los años que le tocó convivir con el crack de la selección argentina.
“Sé que te cuidás mucho, habrás comido mucha pechuguita… ¿quién te enseñó a preparar el pollo?”, le preguntó el conductor del envío, Santiago del Moro, y Claudia se remontó a su niñez. “Vivía con mis papás y mis abuelos maternos. En un cuarto dormíamos mi papá, mi mamá, mi hermana y yo, y mis abuelos en el cuarto de adelante”, recordó sobre sus orígenes humildes. “
«Todo el tiempo se veía la cocina, que era muy chiquita, siempre cocinaron ellos y era algo casero, natural”, agregó la ex de Maradona, y, antes de que pruebe su plato el exigente Germán Martitegui, uno de los jurados, se excusó: “No sé como estará, por lo menos estoy intentado usar otros elementos y condimentos que nunca había usado”, señaló. El jurado, amablemente, hizo una mueca de aprobación.
El jurado Damián Betular también se embarcó en los recuerdos de familia. “¿Sabés que a mí también me encanta el hígado? Se lo daban los médicos a mi mamá y me lo terminaba comiendo yo”, recordó, mientras que Donato De Santis fue, menos elocuente. “Amo el hígado”, se limitó a comentar antes de probar el plato. La procesión, como quedó claro después, iba por dentro.
Las devoluciones fueron elogiosas, entonces Claudia bajó la guardia. “Dalma me dijo que no tenía que llorar”, dijo, recordando los consejos de su hija mayor, mientras los ojos se le llenaban de lágrimas. Fue entonces cuando contó su experiencia como concursante en «MasterChef Celebrity». “La primera semana la pasé mal”, relató, y añadió: “Sentí, como me había dicho Germán, que podía dar más”.
“Estoy seguro…», respondió De Santis, pero no pudo seguir visiblemente emocionado. “Estoy seguro que en esta casita había mucho amor. Vivir todos juntos y aprender las cosas de la vida… perdón”, balbuceó el chefy se secó as lágrimas. “Yo pienso en eso y veo una Claudia que se esmera, es una presentación que está casi en las antípodas de esas bruschettas”, dijo sobre lo que pasó en el primer progama.
“Nosotros vivíamos en un lugar que era un establo, había una sola cortina con un alambre que dividía el cuarto de noche con la cocina”, relató y señaló a Claudia para ratificar la similitud.
“La cocina era un cuadradito en el que entraba uno solo y el baño era un baño con la ducha que tenías que correr la cortina nada más», contó De Santis, y Claudia, agregó: “Cuando me dicen ‘vos viajaste, conociste, estuviste en un montón de lados’, sí, pero vengo de una familia de clase trabajadora”, agregó. “Nosotros ni teníamos baños”, la interrumpió el chef. «El baño era afuera”, se emocionó
