“Aún estoy vivo. No tuve miedo”, dijo el Sumo Pontífice tras permanecer 3 días internado en el hospital Gemelli por una bronquitis infecciosa.
El papa Francisco fue dado de alta tras haber sido internado por una bronquitis infecciosa en el hospital Gemelli de Roma. Según informaron del Vaticano, se curó con una terapia de antibióticos.
El Sumo Pontífice abandonó el establecimiento a las 10.20 (hora de Italia) en un pequeño vehículo, escoltado de la Policía y agentes de seguridad. En un momento Francisco bajó del auto para agradecer a lo fieles por rezar por él y también saludó a la prensa por informar sobre su salud.
“Solo sentí malestar y no tuve miedo», contó el Papa y cerró sonriente: «Todavía estoy vivo”.
El Vaticano confirmó que Francisco -que ni bien regresó se puso a trabajar y recibió en audiencia al cardenal canadiense Marc Ouellet, presidirá mañana la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro el Vaticano, que abre oficialmente los ritos de la Semana Santa.