Francisco remarcó que fue «un gran campeón que dio alegría a millones de personas», pero indicó que «también era un hombre muy frágil».
El Papa Francisco elogió a Diego Armando Maradona al señalar que el astro «era un poeta» en el campo de juego, a la vez que remarcó que fue «un gran campeón que dio alegría a millones de personas», pero indicó que «también era un hombre muy frágil».
«Conocí a Diego Armando Maradona con motivo de un partido por la Paz en 2014: recuerdo con placer todo lo que hizo Diego por Scholas Occurrentes, la fundación que se ocupa de los más necesitados en todo el mundo», señaló el Sumo Pontífice.
En una entrevista que le concedió al diario La Gazzetta dello Sport, realizada en su residencia de Casa Santa Marta días después del fallecimiento de Maradona y que fue publicada este sábado, el Santo Padre añadió: «En el campo era poeta, un gran campeón que dio alegría a millones de personas, en Argentina como en Nápoles. Pero también era un hombre muy frágil».
Además, Francisco remarcó que «el talento es un regalo recibido, pero no es suficiente: hay que trabajar».
«Entrenar significará cuidar el talento, intentar hacerlo madurar en lo mejor de sus posibilidades. De vez en cuando leo sobre algún gran campeón que es el primero en llegar al entrenamiento y el último en salir: es el testimonio de que la fuerza de voluntad es más fuerte que la habilidad», destacó.
El Papa, un reconocido simpatizante de San Lorenzo, comentó acerca de su faceta como hincha: «Recuerdo, en particular, el campeonato de 1946, el que ganó mi San Lorenzo. Recuerdo aquellos días que pasé viendo a los futbolistas jugando y la alegría de nosotros, los niños, cuando regresábamos a casa: la alegría, la felicidad en la cara, la adrenalina en la sangre».
También contó que jugaba al fútbol con una «pelota de trapo» en una plaza cercana a su casa, pero aclaró que no era de los buenos al admitir que era «lo que en Argentina llaman un `patadura´».
Durante la entrevista, también habló del deporte paralímpico y valoró la fortaleza y las ganas de vivir de los deportistas con discapacidad, así como admitió que le gusta «la idea de la inclusión del deporte», pero también la que enseña a «no darse por vencido» y a seguir luchando para no rendirse.
«Mi deseo es muy simple, lo digo con las palabras que escribieron en una camiseta que me dieron: ´Mejor una derrota limpia que una victoria sucia´. Es la manera más hermosa de jugar tu vida con la cabeza en alto», culminó el Papa.