El oficialismo obtuvo la victoria en Paraguay en una reñida votación

El Partido Colorado volvió a ganar la presidencia con una diferencia de sólo 4 puntos entre los principales candidatos


El oficialismo en Paraguay volvió a imponerse en las urnas: Mario Abdo Benítez, el candidato del Partido Colorado, será el nuevo presidente a partir del 15 de agosto, cuando Horacio Cartes le entregue el mando.

Con el 96,76% de los votos escrutados, Abdo se consagra ganador con el 46,49% de los sufragios mientras que su opositor, Efraín Alegre, candidato por Alianza Ganar, obtuvo 42,73%. El desenlace ya es irreversible aunque un tanto sorpresivo ya que encuestas previas y bocas de urnas pronosticaban una mayor diferencia entre los porcentajes.

Jaime Bestard, ministro del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), informó oficialmente que el candidato oficialista se impuso en los comicios, de acuerdo a los resultados oficiales: «El presidente de la República es el señor Mario Abdo Benítez».

Tras conocerse la victoria, Abdo llamó a la reconciliación entre compatriotas y prometió: «Les doy mi compromiso ‘inclaudicable’ para tratar de ganarme, con nuestra gestión, la confianza de aquellos que hoy no nos han acompañado y a quienes invito a ser parte de esta historia que vamos a construir juntos».

«Nuestra democracia ha dado ejemplo. Retumba en el mundo la noticia de que en Paraguay la democracia se ha consolidado y ha dado un paso adelante para un Paraguay unido y reconciliado», enfatizó.

Según el TSJE, de los 4,2 millones de ciudadanos que estaban convocados a las urnas para elegir presidente, gobernadores, concejales y representantes al Parlamento del bloque regional Mercosur, participaron casi el 65% del total.

El presidente argentino, Mauricio Macri, felicitó en la noche del domingo al nuevo presidente electo paraguayo a través de su cuenta de Twitter y anheló «trabajar juntos por el bienestar» de ambos pueblos.

¿Quién es Abdo Benítez?

Abdo Benítez, de 46 años, es senador por el Partido Colorado y empresario. Es hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay con mano de hierro por 35 años hasta 1989, y es primo del ex titular de San Lorenzo de Almagro, Carlos Abdo.

Durante su campaña electoral, el nuevo presidente electo era criticado por su vínculo familiar con la dictadura pero este contraponía los dichos con discursos sobre democracia. En los meses previos a los comicios, Abdo Benítez era el preferido de las encuestas con un 55 por ciento de intención de voto frente al 40 por ciento de su principal contrincante. Es por esto que la estrecha diferencia, resultó llamativa.

Según publicó Infobae, analistas estiman que la reducción de la diferencia entre ambos postulantes se debió a escándalos de corrupción y tráfico de influencias en el Poder Judicial que rodean al nuevo mandatario.

El país que dejó Cartes

Al asumir en agosto, Abdo Benítez deberá gobernar una nación con 1809 millones de pobres, de acuerdo a los últimos datos oficiales de 2017,  lo que representa un 26% de los más de 6,8 millones de habitantes en el país cuyos ingresos per cápita son infieriores al monto de la canasta básica.

Su sistema de salud está deteriorado: resulta incapaz de atender las necesidades básicas de los ciudadanos y una educación pública con una pobre inversión, por debajo de la media que recomienda la Unesco, publicó el portal mencionado.

En tanto, le quedará al flamante mandatario la tarea de fortalecer las instituciones del Estado paraguayo, con un Poder Judicial al que se acusa de estar ligado a las órdenes gubernamentales y una seguridad jurídica en entredicho, lo que se muestra incompatible con la búsqueda de inversión extranjera.

 

Entradas relacionadas

Deja tu comentario