Desde la Casa Rosada adjudican el fracaso electoral en provincias del interior al conflicto con el campo por las restricciones. Liberarían la exportación a condición de que no suban los precios locales.
El Gobierno empezó a analizar el levantamiento del cepo a la carne. Hoy se reunieron el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para avanzar en este sentido. La decisión tiene un objetivo doble: recuperar los ingresos que las restricciones hicieron caer y revertir el resultado electoral en provincias como La Pampa, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Manzur había recibido esta semana al gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, con quien también discutió el tema. Domínguez, por su parte, también acordó reunirse con la Mesa de Enlace, a quienes mostró un gesto de predisposición para recomponer la relación entre el campo y el Gobierno.
La decisión ya cuenta con el aval no solo del presidente Alberto Fernández, sino también de la vice Cristina Kirchner, la jefa política del Frente de Todos.
El Gobierno está dispuesto a levantar el cepo pero pide un acuerdo de abastecimiento para que no aumenten los precios domésticos. Y además, la Casa Rosada va a lanzar una propuesta que implica una reducción de impuestos para la producción agroindustrial nueva.
El principal objetivo del oficialismo es frenar el voto bronca del campo. Pero también quieren evitar el colapso de la industria cárnica, donde los productores agropecuarios y los frigoríficos reportan pérdidas millonarias por la intervención de la actividad.
