El lamento del hijo de Jorge Julio López por la muerte de Etchecolatz: «Se fue impune de muchos casos»

Rubén López manifestó que está desolado por el fallecimiento del genocida porque «no dijo nada» de sus «asesinatos y torturas».

Esta madrugada, el represor Miguel Etchecolatz, ex jefe de la Policía Bonaerense condenado por delitos de lesa humanidad en la última dictadura militar,  falleció a los 93 años por causas que aún se desconocen.

Por lo que se sabe es que ingresó a una clínica de La Plata para que lo intervinieran quirúrgicamente y luego murió. Padecía deterioro cognitivo, insuficiencia cardíaca, insuficiencia venosa y otras complicaciones a raíz de un ACV isquémico.

Rubén López, hijo del albañil desaparecido dos veces Jorge Julio López, lamentó el deceso del genocida porque se «murió sin de decir nada».

«Lamento muchísimo que se haya muerto, pero no por él, sino por las víctimas, por aquellos que no tuvieron un juicio porque faltaban varios y porque se murió sin decir lo que todos entendemos que pudo haber tenido de participación en la segunda desaparición de mi viejo, dónde está Clara Anahí», expresó.

Y continuó: «Se fue impune de tantos y tantos casos. Siempre negó todo, nunca admitió sus asesinatos y sus torturas. Manipuló el cinismo que tenía».

Por otro lado, López manifestó que Etchecolatz era «era un ser nefasto, era el genocida de la Provincia de Buenos Aires. Fue amo y señor de decidir quién vivía y quién moría junto con Ramón Camps«, agregó en declaraciones radiales.

Jorge Julio López desapareció durante la última dictadura cívico-militar que hubo en el país. Luego de aparecer se convirtió en uno de los testigos claves durante uno de los juicios contra Miguel Etchecolatz. El 18 de septiembre de 2006, día en que se iba a realizar una nueva audiencia judicial, el obrero no llegó a Tribunales y desde esa fecha no se conoce su paradero.

En octubre de 2014 se dio a conocer un dato espeluznante sobre la situación de lópez debido a que el represor escribió en un papel «Jorge Julio López Secuestrar». Ante esta situación, los fiscales tomaron el mensaje con «una clara intencionalidad intimidante o perturbadora».

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