El haber jubilatorio está al borde de enterrar a los abuelos oficialmente en la pobreza

A causa del congelamiento del bono que sirve para garantizar el superávit fiscal.


Por Roberto Pico

La política de mantener sin ajustes nominales el bono adicional de $70.000, complementario de las prestaciones previsionales, impactó negativamente el poder adquisitivo de los beneficiarios de ingresos más bajos en octubre y deja a nuestros abuelos al borde de ser oficialmente pobres.

La prestación mínima previsional total registró una contracción interanual del 3,9% real.

El mismo fenómeno afectó las Pensiones No Contributivas (PNC), cuyas principales categorías experimentaron caídas en términos reales durante el décimo mes del año.

La caída real de la prestación mínima se debe a que, si bien el haber mínimo jubilatorio se actualiza por la nueva fórmula de movilidad (basada en la inflación de agosto, que fue del 2,1%), el bono de suma fija mitigador no se ajustó.

En octubre, el haber mínimo jubilatorio se estableció en $326.298, al que se sumó el bono adicional de $70.000 (otorgado mediante el Decreto N°700/2025), totalizando $396.298.

A pesar de que el haber mínimo (sin el bono) mostró un crecimiento interanual del 1,8% real, el bono previsional ha conservado su valor nominal constante desde marzo de 2024, lo que lo llevó a presentar una severa contracción interanual del 23,8% al compararlo con la inflación.

Esta situación es la fuerza impulsora detrás de la caída de la prestación mínima total del 3,9%. Si se extiende el análisis a un plazo mayor, la prestación mínima de octubre de 2025 (haber más bono) refleja una baja interanual del 17,2% real en comparación con el mismo mes de 2023.

La falta de actualización nominal de este complemento se refleja directamente en el gasto presupuestario. El programa de ANSES denominado “Complemento Prestaciones Previsionales” (que devenga el bono de suma fija) registró una caída del 23,7% en octubre y una baja acumulada interanual del 28,9% en los primeros diez meses de 2025.

El impacto del congelamiento del bono se extiende a otros regímenes de protección social que dependen de complementos similares.

Las PNC (excluyendo aquellas por invalidez) ejecutaron $90.249 millones en octubre de 2025. Estas prestaciones registraron una contracción del 2,6% interanual ajustada por IPC en el mes.

Por su parte, las Pensiones No Contributivas por Invalidez registraron una ejecución de $248.900 millones. En octubre, esta partida mostró una caída del 4,4%.

Es importante destacar que los bonos otorgados a los beneficiarios de las PNC por invalidez no se imputan dentro del concepto de «Prestaciones a la Seguridad Social», sino dentro de Transferencias Corrientes, específicamente en la partida de Ayuda Social a Personas.

El gasto asociado al “Resto de las Asignaciones Familiares”, que abarca pagos a beneficiarios del subsistema no contributivo del SIPA, de las PNC y de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), también evidenció una contracción del 9,2% en octubre.

Aunque las PNC por invalidez acumulan un crecimiento interanual del 8,1% en lo que va del año y las PNC generales acumulan un 8,6% de crecimiento, la contracción mensual en octubre subraya cómo la ausencia de ajuste en el bono adicional erosiona los haberes de forma inmediata.

La diferencia entre el haber mínimo total con bono ($396.298) y el valor de la Canasta Básica Total (CBT) por adulto equivalente en octubre ($392.815) es mínima.

Los analistas advierten que, si el bono se mantiene fijo en términos nominales, la pérdida de poder adquisitivo se incrementará, acercando progresivamente las prestaciones mínimas al umbral de la canasta básica con la que se mide la pobreza.

El hecho de que el bono, una herramienta clave para reforzar los haberes más bajos, haya perdido casi una cuarta parte de su valor real en un año (23,8%), implica que el esfuerzo presupuestario para sostener el ingreso de los sectores vulnerables a través de este complemento se está diluyendo rápidamente, forzando a los beneficiarios a confrontar una pérdida tangible en sus ingresos reales.

Milei vetó el año pasado una ley que actualizaba el haber jubilatorio y el bono y no está previsto una mejora de estos parámetros en el presupuesto 2026.

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