Planea negociar la firma de un decreto que cancele parte de la deuda con las obras sociales. Desde la dirigencia aseguran que pedirán respuesta de todos los puntos
A un día de las negociación con la CGT que podría devenir en paro si no hay acuerdo, el Gobierno planea la firma de un decreto que destrabaría 4.000 millones de pesos para responder a un reclamo de la central obrera: cancelar la deuda con las obras sociales sindicales. Tal cifra estaría destinada a los reintegros por tratamientos de alta complejidad.
Con esta medida, la cartera laboral que dirige Jorge Triaca espera disuadir al triunvirato para evitar que se realice la medida de fuerza la cual coincidiría con el ya anunciado paro de la CTA y de Camioneros, que se ratificará según lo que se dialogue este martes. Sin embargo, la CGT tiene cuatro exigencias más y deberá sus dirigentes evaluarán si el alcance general de las respuestas posibilita el margen para enfriar la acción del jueves.
Según un funcionario que lleva adelante las negociaciones, “por la deuda con las obras sociales hay un principio de acuerdo, con un mecanismo de redistribución de los fondos para cubrir lo que está pendiente”, aunque aclaró que se están viendo «alternativas» porque «no todos pretenden lo mismo».
Es que desde un importante gremio aseguraron que pedirán respuestas para cada uno de los cinco puntos que se reclaman. Una cuestión central es la de las paritarias «sin techo» para las que el Gobierno ya ofreció una pauta de 20% (5% extra)y el resto hasta alcanzar el porcentaje de inflación podrá ser discutido en el momento de las revisiones, entre septiembre y abril, de acuerdo con el argumento de Triaca.
El ministro de Trabajo explicó a radio Mitre que «la cláusula de revisión es para que las partes puedan definir cuál es la realidad de su sector”. En tanto, el funcionario también ratificó que el oficialismo en el Congreso tiene predisposición para revisar el nuevo cálculo de las indemnizaciones que propone la reforma laboral: “Si no existe consenso suficiente para un artículo, que salga la ley con el mayor de los consensos posibles y se discutirá en otro momento”.
En cuanto a los otros puntos, el Gobierno se muestra intransigente. Triaca rechazó que fuera a aceptar el pedido de la CGT para que se suspendan los despidos por seis meses en los sectores público y privado porque «no facilita el proceso de generación de empleo»; al tiempo que también descartó que se vaya a excluir el aguinaldo del impuesto a las Ganancias ya que «ya se ha votado la ley de exención a Ganancias, en un trabajo conjunto con la CGT”.
Por parte de los dirigentes de la CGT, consideraron insuficiente el paquete de propuestas que llevará el Gobierno a la mesa de diálogo y no coincidieron con la intención de negociar con los “dialoguistas y racionales”. “Si vienen con eso hay paro seguro”, aseguró a Clarín uno de las cabezas más cercanas la Casa Rosada.