La mítica librería porteña cerró este martes tras 80 años. Se harán gestiones para que no deje de funcionar el local.
El inesperado cierre de la mítica librería porteña Clásica y Moderna, que funcionó durante 80 años sobre la Avenida Callao, derivó en frenéticas gestiones públicas y privadas para intentar salvarla.
El ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, se reunió con el actual administrador del local, Fernando Monod, para analizar alternativas y soluciones y comprometer el apoyo de la Ciudad de Buenos Aires para evitar el cierre definitivo. Una deuda de alquiler de cerca de medio millón de pesos y un juicio de desalojo que tuvo un principio de ejecución son los graves problemas a solucionar.
“Nos juntamos recién con Fernando Monod, actual administrador de Clásica y Moderna. Vamos a ayudar para mantener en marcha a un espacio central para la cultura de nuestra Ciudad”, escribió Avogadro en su Twitter.
El funcionario precisó luego que se buscará “encontrar una solución de mediano y largo plazo” para un emprendimiento que enfrenta una difícil coyuntura por el fallecimiento de su alma mater, Natu Poblet.
Clásica y Moderna llevaba 80 años en funcionamiento, pero en la mañana de este martes sus puertas no abrieron por una orden de desalojo que, finalmente, no se ejecutó del todo. El lugar no abrió, pero nada se quitó de adentro y sólo se realizó un inventario.
Tanto el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta como referentes del ambiente artístico y social se movilizaron para encontrar alternativas que permitan abrir una instancia de negociación con los dueños del inmueble de Callao al 800.
“Ratificamos la importancia que tiene para nosotros Clásica y Moderna. La Ciudad está atravesada por esta librería, que siempre fue una parada obligada para figuras de la cultura del país y del mundo. Nuestra misión es encontrar una solución de mediano y largo plazo y, en el corto, encontrar una salida para que siga abierta”, detalló Avogadro a Clarín.