La adquisición venía siendo reclamada por la seguridad de Macri, e implicaba una inversión superior a los 40 millones de dólares.
El Gobierno decidió no comprar un avión presidencial para reemplazar al Tango 01, debido a la necesidad de “dar una señal de austeridad” en medio de un momento económico complicado.
La decisión fue tomada entre Mauricio Macri y el secretario general de Presidencia Fernando de Andreis. La compra del nuevo avión había sido reclamada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la custodia presidencial, que venía advirtiendo sobre los “serios riesgos” a los que se exponía el mandatario al viajar al exterior en vuelos comerciales.
Sólo en lo que va del año, el mantenimiento de la flota (a excepción del Tango 01 que fue retirado de servicio) el Estado gastará unos 120 millones de pesos.