Se busca debatir el sistema electoral por su elevado costo y además porque hace eternas las campañas políticas.
Un giro inesperado para algunos, lo cierto es que el Gobierno quiere revisar el sistema de elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) creado en 2010 y derogarlo para las presidenciales de 2019. Considera que tiene baja utilidad política, extiende las campañas y cuesta $ 2600 millones.
El propio presidente Mauricio Macri se vio beneficiado en 2015 con este sistema, no obstante el argumento oficial ahora es que el sistema es caro y fracasó este año como herramienta para seleccionar los candidatos de cada alianza electoral.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, sugirió ayer su eliminación en una conferencia de prensa en la residencia de Olivos. «Como gobierno vemos con preocupación la necesidad de discutir sobre el rol de las PASO en nuestro sistema electoral».
Y agregó fundamentando la decisión: «Claramente estamos viendo que este experimento único en el planeta que la Argentina se ha impuesto tiene enormes problemas y extiende mucho más la discusión electoral».
«Derogarlas ahora no se puede, porque no hay tiempo. Pero sí vamos a discutir su rol durante la campaña para derogarlas para las próximas elecciones. Claramente no tienen sentido y el gasto es altísimo. Cuestan 2600 millones de pesos», comentó un funcionario cercano a Peña.