Además, el Ejecutivo deslizó que quienes sigan con la protesta podrían no aprobar la residencia. Más detalles.
El conflicto entre los médicos residentes del Hospital Garrahan y el Ministerio de Salud Nacional se intensifica. Luego de que los profesionales en formación ratificaran las medidas de fuerza por la falta de respuestas concretas a su reclamo salarial, el Gobierno nacional endureció su postura: descontará los días de paro, y amenazó con desvincular a quienes acumulen cinco faltas.
Además, deslizó que quienes continúen con la protesta podrían no aprobar la residencia, lo que comprometería su formación como especialistas.
Este viernes, los residentes realizaron un acto frente al hospital y leyeron una carta abierta. Rechazaron el pedido oficial de suspender la protesta por 48 horas. “Seguiremos firmes”, aseguraron, y recordaron promesas incumplidas por parte del Gobierno, como un aumento firmado por el exministro Mario Russo en 2024 y anulado horas después.
Desde la cartera de Salud, que encabeza Mario Lugones, explicaron que las ausencias reiteradas podrían derivar en la desaprobación de la residencia médica. A pesar de admitir que los sueldos actuales son “bajos e insuficientes”, incluso comparados con los de la Provincia y CABA, el Gobierno no ofreció una recomposición salarial inmediata. Solo mencionó que “se está trabajando en opciones” para mejorar los ingresos.
En paralelo, el presidente Javier Milei volvió a polemizar sobre el conflicto al vincularlo con la supuesta existencia de “ñoquis” en la administración pública. “El kirchnerismo metió empleados dibujados. Nosotros queremos limpiar esa estructura y premiar la eficiencia”, expresó en una entrevista.
Desde el Ejecutivo también se propuso crear una mesa de diálogo cada 15 días y destinar fondos ahorrados del hospital a mejoras para el personal de salud, aunque se aclaró que parte de ese dinero también será destinado a ampliar la cantidad de camas.
Los residentes, por su parte, continúan denunciando condiciones laborales precarias y sueldos muy por debajo del costo de vida, y reclaman soluciones estructurales, no amenazas. Según voceros gremiales del hospital, el 70% del personal es asistencial, incluyendo enfermeros, bioquímicos y farmacéuticos, y su labor es esencial para el funcionamiento del Garrahan.