El mercado interno registró en julio un volumen cercano a los 98 millones de litros. Las exportaciones crecieron 52% a lo largo del primer semestre.
El consumo de vino en el mercado interno registró en julio un volumen cercano a los 98 millones de litros, con un incremento de 27% respecto de igual mes de 2019, la mayor suba de los último siete años.
Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), de esta forma, en los primeros siete meses del corriente año los despachos de vino al mercado interno reflejaron un aumento de 9,4% internanual, con un total de 535 millones de litros. Estas cifras dieron cuenta de un cambio de tendencia, ya que en los años previos el consumo local no marcaba incrementos significativos.
En base al informe del INV, la recuperación fue impulsada por una creciente preferencia por los vinos tintos y varietales, de la mano de precios más accesibles en los canales de proximidad, supermercados y ventas on-line. En cuanto a envases, la botella tradicional de vidrio ganó terreno al mismo tiempo que los mega tamaños, como el botellón.
Sin dudas, el aislamiento tuvo un peso importante en este incremento. Ya en junio la suba había sido 25,5%. Según el INV no se registraba un aumento tan importante desde de junio de 2015.
Las exportaciones crecieron 52% a lo largo del primer semestre.
Argentina ocupa el séptimo lugar a nivel mundial de consumo per cápita de vino, siendo actualmente de 22 litros de vino anuales por habitante. Ocho de cada diez argentinos beben vino en el hogar y en compañía de la pareja y/o la familia.
Argentina está en el sexto puesto en producción de vinos con 11,8 millones de hectólitros y séptimo lugar en la superficie implantada, con más de 230.000 hectáreas.
En el país hay cerca de 900 bodegas. La vitivinicultura genera más de 106.000 puestos de trabajo directos y 280.000 indirectos.