El presidente estadounidense respondió a las críticas sobre la importación tras las versiones sobre un posible brote de aftosa.
Durante la polémica por la compra de carne argentina desde Estados Unidos, Donald Trump salió a defender la importación de ganado en el exterior y apuntó contra los farmers norteamericanos.
El conflicto surgió luego de un comunicado de la secretaria de Agricultura de EE. UU., Brooke Rollins, quien anunció una disminución en la compra de carne vacuna argentina al sostener que “Argentina enfrenta un problema de fiebre aftosa y en el Departamento de Agricultura debemos garantizar que nuestra industria ganadera esté segura”. Sin embargo, Argentina mantiene el estatus oficial de libre de aftosa desde hace 20 años.
La importación también generó tensiones con los ganaderos estadounidenses, ya que el acuerdo bilateral incluye compras con menores aranceles y un trato preferencial. Donald Trump defendió su posición en su red social TRUTH Social: “Los ganaderos, a quienes quiero mucho, no entienden que la única razón por la que les está yendo tan bien, por primera vez en décadas, es porque impuse aranceles al ganado que ingresa a Estados Unidos”.
Al mismo tiempo, lanzó una advertencia directa a los farmers: “Estaría bien que entendieran eso, pero también deben bajar sus precios, porque el consumidor es un factor muy importante en mi manera de pensar”.
La discusión se enmarca en la inflación que atraviesa Estados Unidos y en las medidas del gobierno republicano para evitar que el impacto llegue al bolsillo de los votantes. A su vez, el swap de 20 000 millones de dólares también generó debate político interno: los demócratas sostienen que las prioridades del presidente no son las adecuadas ante su decisión de apoyar a Javier Milei con un estímulo económico.