El presidente estadounidense acusó a los responsables de la tapa y a la oposición de difundir «historias falsas». El gobierno alegó que la nena hondureña no fue separada de su madre, sino que fueron detenidas juntas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a sus opositores de difundir «falsas historias de tristeza y duelo» sobre los niños separados de sus padres en la frontera con México, producto de la política migratoria de su gobierno.
La acusación del mandatario se generó luego de la fuerte portada de la revista Time, en la que aparece el fotomontaje de una nena hondureña llorando, siendo observada por Trump bajo la frase «Bienvenida a América». Sobre esa pequeña se supo después por su padre, de un agente fronterizo y autoridades, que en realidad no fue separada de su madre, sino que la acompañó en la detención.
«Nuestra frontera sur debe seguir fuerte. No podemos permitir que nuestro país sea invadido por inmigrantes ilegales mientras los demócratas cuentan sus falsas historias de tristeza y duelo, esperando que eso los ayude en las elecciones», fue el mensaje de Trump a través de Twitter.
Tras las confirmaciones, Time agregó al final de un texto publicado el martes una corrección en la que describe que en su versión original «describió erróneamente» lo que le sucedió a la niña hondureña.
En una declaración al canal CBS, el agente de la patrulla fronteriza Carlos Ruiz señaló que la fotografía está siendo usada para «simbolizar una política», pero aclaró que «ese no era el caso».
Ruiz explicó que la pequeña empezó a llorar apenas su madre la puso a su lado mientras era requisada por los agentes que la hallaron.
«Fui con la madre y le pregunté: ¿Está bien? ¿Está bien la niña?», aseguró el agente, quien relató que la mujer le contestó que la menor estaba cansada y sedienta.
«Es vergonzoso que los demócratas y los medios explotaran esta foto de una pequeña niña», tuiteó la vocera oficial Sarah Sanders. «No fue separada de su mamá. La separación que hubo fue de los hechos», añadió, llamando a los demócratas a «unirse al presidente» para «reformar el sistema migratorio».
Sin embargo, que la nena no haya sido separada de la madre no tapa la realidad: más de 2.300 niños y jóvenes migrantes fueron separados de sus familias tras su arresto en la frontera y enviados a centros de detención, a veces a más de 3.000 km de donde están sus padres o tutores.
