El ex presidente fue trasladado a Curitiba, donde comenzó a cumplir su condena de doce años. Manifestantes se pelearon con policías en la puerta de la cárcel.
El expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva se entregó y pasó su primera noche preso en Curitiba, tras un proceso judicial que lo condenó a 12 años y un mes de cárcel por corrupción.
Tras dos días de incertidumbre y tensión, Lula se entregó y fue trasladado en la noche del sábado a la capital de Paraná fue en medio de un fuerte operativo de seguridad, que incluyó camionetas blindadas, avión y helicópteros. Finalmente la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde empezó a cumplir su pena.
Tras la llegada del referente del PT, hubo disturbios en la entrada del edificio, que la policía respondio con bombas de estruendo y balas de goma para dispersar a los manifestantes que lanzaron palos y piedras contra los agentes.
El enfrentamiento terminó con nueve heridos, entre ellos, un policía.
Por otra parte, un grupo de opositores festejaba el arresto de Lula con fuegos artificiales y gritos de alegría.