Hace tres meses, la Gobernadora denunció públicamente el modus operandi de la cúpula del gremio, que hoy fue detenida por extorsión y asociación ilícita.
La Policía de la Provincia de Buenos Aires detuvo este jueves a los líderes de la UOCRA de Bahía Blanca, investigada por asociación ilícita y extorsión. El accionar del gremio –que al parecer sostendría la misma modalidad de coacción que Juan Pablo «Pata» Medina mantenía en La Plata– había sido denunciado por empresarios y por la propia gobernadora María Eugenia Vidal.
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Durante la campaña electoral en septiembre pasado, la mandataria bonaerense encabezó un acto junto al intendente local Héctor Gay y al candidato a senador nacional Esteban Bullrich. Allí, fue cuando Vidal reveló el modus operandi de José Burgos, secretario adjunto del gremio local.
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Durante el recorrido por Bahía Blanca, la gobernadora habló de «mafias» y puso de ejemplo a la paralización de obras en las rutas 51 y 60, entre otras, por decisión de Burgos. «Hoy tenemos rutas con obras que están paradas porque se exige que se contraten determinadas empresas de catering, de transporte y otros servicios por parte del gremio. Un sindicato no le puede contratar a una empresa determinados proveedores, porque no está pensando en lo mejor para los trabajadores, sino en un negocio propio», dijo Vidal sobre el direccionamiento de los proveedores.
«Pero lo vamos a hacer porque las obras son de la gente que las necesita. Esas rutas se han pedido desde hace décadas en la provincia y también son de los trabajadores que no pueden perder su trabajo por la intervención mafiosa de un sindicato», insistió la funcionaria.
Esta madrugada, por orden del fiscal Gustavo Zorzano, la Policía Bonaerense detuvo a Burgos y a otras 10 personas entre las que se encuentra Humberto Monteros, máximo referente local del sindicato.
