Está involucrado en la trama de los audios grabados por el titular del frigorífico JBS, donde el presidente Temer avala sobornos.
Brasil agudiza su crisis política. Los audios del dueño del Frigorífico JBS acusando al presidente Michel Temer de pactar el pago de un soborno al extitular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y los remezones del Lava-Jato, ya consiguieron a su primera víctima del Gobierno.
Mientras las calles arden en protestas, el procurador general de la República Rodrigo Janot, pidió la prisión de Aécio Neves y previo a este pedido el Tribunal Supremo de Brasil ordenó apartar de su cargo al senador.
Sin embargo, se rechazó la petición de la Fiscalía para ordenar su detención ya que consideró que tal decisión corresponde al pleno de la Corte, al que remitió la solicitud.
Neves es un aliado del mandatario Temer, es titular del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y exgobernador del estado de Minas Gerais. La Justicia lo investiga en seis diferentes casos vinculados al escándalo de Petrobras, por el que hoy registraron sus propiedades en Brasilia, Belo Horizonte y Río de Janeiro para avanzar sobre los desvíos de la petrolera.