Durante la hora pico, manifestantes cortaron la Av. Rivadavia, provocando una respuesta de las fuerzas de seguridad. Belliboni resultó golpeado y se detuvo a un ciudadano chileno.
La Gendarmería Nacional y los manifestantes congregados frente al Congreso de la Nación vivieron momentos de tensión cuando las fuerzas de seguridad intentaron aplicar el protocolo antipiquetes.
En medio de una jornada tensa frente al parlamento, donde la Cámara de Diputados debate el proyecto oficialista, alrededor de las 17 horas, manifestantes de distintas agrupaciones bajaron de la plaza y ocuparon carriles de la Av. Entre Ríos y de Av. Rivadavia.
En respuesta, sectores de infantería de la Policía Federal y Gendarmería formaron una fila para evitar el corte del tránsito, que estuvo detenido unos minutos mientras las fuerzas de seguridad avanzaban sobre las agrupaciones sociales.
Cerca de las 18 horas, se logró liberar un carril de la Av. Rivadavia, pero luego el tránsito volvió a interrumpirse. Posteriormente, la policía lanzó gas pimienta sobre los manifestantes, aumentando la tensión. En el grupo de protestantes se encontraba la legisladora del Frente de Izquierda, Celeste Fierro.
Más tarde, una columna de Prefectura Naval Argentina con escudos y cascos llegó al lugar, incrementando la tensión entre las fuerzas del orden y los manifestantes.
La concentración en el Congreso comenzó al mediodía, y se anunció una «vigilia de necesidad y urgencia» en rechazo a la Ley Ómnibus.
El Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, ultimó detalles para activar el protocolo antipiquetes y desplegar un megaoperativo de seguridad para controlar la movilización convocada por la izquierda.
Decenas de efectivos de distintas fuerzas de seguridad permanecen en las inmediaciones del Congreso para evitar disturbios en la protesta. Carros hidrantes, numerosos agentes de la Gendarmería y la Policía Federal rodean el perímetro, delimitado por vallas que separan a los manifestantes del Parlamento.