Una mujer murió luego de que le extirparan la vesícula por error. Los familiares de la víctima hicieron una presentación por “homicidio culposo”.
Luego de que se haya hecho público el caso en el que en el sanatorio de Berazategui a una mujer le amputaron la pierna equivocada por complicaciones derivadas de la diabetes, se sumó una nueva denuncia de mala praxis.
Esta vez, se trata del caso de una mujer de 71 años que murió después de que le extirparan la vesícula por error, en lugar de desobstruirle el píloro. Los familiares de la víctima hicieron una presentación por homicidio culposo contra el médico que la operó y todo su equipo quirúrgico.
Paola Stekloff, la abogada de la familia de la mujer que murió explicó en declaraciones televisivas que la denuncia es por “homicidio culposo” hacia el médico cirujano que operó a la víctima Fernando Javier Palladino y que en la presentación pidieron que las acusaciones se hagan extensivas a todo el equipo que participó de la intervención. “Consideramos que los protocolos de seguridad que deberían haber existido abarcaban a todo el equipo”, dijo.
La letrada explicó que Teresa Angilletta, de 71 años, había sido diagnosticada con una obstrucción de píloro a mediados de enero y que la intervención que derivó en su muerte fue recién el 30 de abril, a pesar de que los médicos le dijeron que debía operarse de inmediato.
Los familiares de Angilletta denuncian que la mujer murió después de que le retiraran por error un órgano sano cuando en realidad debían desobstruirle el píloro, el conducto que comunica el estómago con el duodeno.
Stekloff explicó que las hijas de la víctima sabían que la operación duraría unas tres horas, pero que a la hora apareció el cirujano preguntando por la familia de la paciente que había sido “operada de vesícula”.
Como no había nadie más esperando, los familiares de Angilletta se acercaron, y el médico se sorprendió cuando le dijeron que la mujer debía ser intervenida del píloro. “Esperen que ya vuelvo”, les respondió el médico, que tres horas más tarde les dijo a los familiares de la paciente que ya había solucionado el problema de la obstrucción.
Según el relato de los familiares, el profesional les explicó que cuando empezó la intervención se encontró con que la vesícula no estaba bien, para justificar su accionar. Sin embargo, familiares aseguran que el órgano estaba en buen estado.
La abogada advirtió que es “sumamente riesgoso” que hayan anestesiado dos veces consecutivas a la mujer (la segunda, para realizar la desobstrucción), y que los médicos lo hicieron “para tapar el error” del cirujano. En relación a la muerte de Angilletta explicó que se debió a la primera intervención. Dijo que se produjo “a partir del derrame de bilis del conducto biliar de la vesícula hacia la cavidad abdominal”, situación que se generó por problemas en la sutura.