Una revista del Vaticano sostiene que cocinan y limpian por un salario irrisorio.
Una revista del Vaticano denunció que a menudo las monjas son tratadas como sirvientas por cardenales y obispos, para quienes hacen algunos quehaceres cotidianos como cocinar y limpiar, en condiciones precarias y con sueldos muy bajos.
La denuncia sobre el trabajo no remunerado y el escaso reconocimiento a la aportación intelectual de las mujeres religiosas posiciona a » Mujeres Iglesia Mundo«, la publicación mensual en varios idiomas para mujeres del diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, como la voz del movimiento de la Iglesia en favor de la igualdad de género, una derivación del movimiento global #MeToo, viralizado en las redes sociales.
«Algunas sirven en casas de obispos o cardenales, otras en las cocinas de instituciones eclesiásticas o enseñan. Algunas, como sirvientas de los hombres de la iglesia, se levantan por la mañana a preparar el desayuno y se van a dormir después de servir la cena, asear la casa y lavar y planchar la ropa», señala uno de los artículos principales.
El artículo cuenta con el testimonio de una monja identificada como hermana María que describió cómo las religiosas sirven al clero pero «rara vez son invitadas a sentarse en las mesas que sirven».
Lo llamativo es que el Vaticano permita esta denuncia en una de sus revistas, ya que la relación entre autoridades religiosas y las mujeres presentes era conocida, a pesar de desconocer lo irrisorio de los pagos.
«Hasta ahora nadie ha tenido el valor de denunciar estas cosas», dijo la directora de la revista, Lucetta Scaraffia. «Tratamos de dar una voz a quienes no tienen el valor de decir estas palabras públicamente. Dentro de la iglesia, las mujeres son explotadas», aseguró.
Aunque el papa Francisco le comentó a Scaraffia que aprecia y lee la revista, ésta no goza de gran estima en el sistema históricamente patriarcal del Vaticano.
Scaraffia, feminista católica y profesora de historia en la universidad romana La Sapienza, considera la revista una «herramienta necesaria» para difundir cuestiones que interesan «a la mitad de los fieles» de la Iglesia Católica.
La edición de marzo, dedicada a «Mujeres y el trabajo», se mete de lleno con el movimiento #MeToo, ya que trata en profundidad la brecha salarial, la ausencia de mujeres en puestos de conducción y el movimiento «Ni Una Menos» que combate el femicidio y la violencia contra las mujeres.