Del ajuste al superávit: el Gobierno cierra el semestre con cifras alentadoras

A pesar de la mejora en la actividad económica, la gestión de Javier Milei tiene por delante una tarea titánica.


Ni siquiera el más optimista de los libertarios podría imaginar que el primer semestre finalizaría con una inflación cercana al 1%, luego de un difícil y comprometido 2024, tras la debacle y la huida del kirchnerismo.

A pesar de la mejora en la actividad económica, aunque todavía no pueda ser percibida en toda su magnitud ni a nivel popular, el Gobierno tiene por delante una tarea titánica.

Es cierto que el horizonte ahora comienza a dibujarse de manera más definida día tras día. Ya no pesa el fantasma de un default, las reservas están más robustas y el decisivo rol que jugó la Casa Blanca y los organismos financieros internacionales, junto con el derrumbe —aún parcial— del cepo, lograron forjar un ambiente de negocios mucho más amigable para los inversores.

El trabajo del ministro Luis Caputo y el compromiso a rajatabla del mantenimiento del superávit fiscal permitieron una caída aguda del riesgo país que, aunque no es suficiente, permite presentar una mejor imagen de la deuda argentina.

Es cierto que con ese indicador por encima de los 700 puntos básicos, resulta difícil imaginar que se pueda colocar nueva deuda o al menos ensayar un canje. Sin embargo, este entorno puede cambiar a partir del mes entrante.

Se espera que en los próximos días, el Morgan Stanley Capital Investment (MSCI) se pronuncie con una mejora de la nota de la deuda argentina, lo que implicaría devolver al país al mercado de capitales internacional.

Aunque es probable que la calificación sea la de «Mercado de Frontera«, el ascenso al mundo financiero es un paso adelante que permite abandonar la trágica trasnoche kirchnerista.

El MSCI es una empresa dedicada desde hace más de 35 años a ponderar y proveer cerca de 100.000 índices diarios sobre acciones, bonos, fondos de inversión, deuda, mercados de valores, fondos de cobertura y otras herramientas de análisis de carteras a nivel mundial.

Esa calificación resulta de vital importancia para la Casa Rosada porque va a poder encarar una renegociación de los vencimientos de la deuda en mejores condiciones y a un costo menor.

Al mismo tiempo, genera fuertes cambios en los flujos de capitales, debido a que muchos fondos de activos podrían derivar parte de sus carteras hacia bonos soberanos.

La reclasificación que haga el MSCI sobre el mercado argentino impactará en el destino de millones de dólares de inversiones financieras, tras las turbulencias sufridas en los últimos años que provocaron una escasez de dólares.

La llegada de divisas podría jugar un rol clave en estabilizar el tipo de cambio y reducir la volatilidad de los activos, un elemento que puede resultar clave en los próximos años.

Se va el primer semestre de 2025 con un claro saldo positivo en materia económica, aunque no está exento de dudas y nuevos desafíos de cara a las elecciones legislativas de octubre.

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