Casación no hizo lugar a la solicitud de Bialolenkier, que había propuesto hacer tareas comunitarias, e irá a juicio.
El máximo tribunal penal rechazó este martes el pedido de probation del endoscopista Diego Bialolienker, que buscaba realizar tareas comunitarias para evitar el juicio por la muerte de la periodista Débora Pérez Volpin. Tanto este médico como la anestesista Nélida Inés Puente serán juzgados a partir del 10 de junio.
Ambos están procesados y embargados por «homicidio culposo en grado de coautores» por la muerte de la legisladora porteña y se enfrentan a penas de uno a cinco años de prisión, más una accesoria de cinco a diez años de inhabilitación para ejercer la actividad médica.
Para evitar el juicio, Bialolienker había solicitado realizar tareas comunitarias: tanto el Tribunal como por la cámara de Casación rechazaron el pedido.
El abogado de la familia de Pérez Volpin Diego Pirota aseguró que «sería un disparate pensar que se pudiera evadir el juicio penal» en este caso, ya que la probation es un recurso que «tiene que ver con delitos menores».
«Casación siguió el precedente y rechazó esta posibilidad. Estamos muy conformes con el fallo del tribunal, lo esperábamos», dijo el letrado a TN.
El juez de primera instancia acusó a Bialolienker de provocar la lesión por la que murió la periodista, a partir de las conclusiones obtenidas del Cuerpo Médico Forense. «Como consecuencia de un incorrecto manejo del equipo a su cargo, el imputado produjo una lesión de tipo instrumental endoscópico en la vía digestiva de la paciente que generó el paso de aire a presión en la zona del tórax –lo que no advirtió ni trató a tiempo oportuno- provocando un barotrauma que derivó en una congestión y edema pulmonar que llevó a la falla cardiaca final», escribió el magistrado en la resolución.
En cuanto a Puente indicó que la anestesista «advirtió tardíamente el cuadro que presentaba Pérez Volpin y dicha demora y su posterior desempeño contribuyó al desenlace final». En este marco determinó que la médica «no obró con la diligencia que le era exigible en su rol de médica anestesióloga, esto es tanto en lo que hace a su deber de vigilancia continua del estado de la paciente a lo largo del procedimiento como así también frente a la emergencia desatada».
La autopsia determinó que Débora murió por «una perforación instrumental del esófago torácico, que luego le produjo un paro cardiorrespiratorio».