Lo afirmó Diego Bialolenkier durante la primera audiencia del juicio oral por la muerte de la periodista. Horas antes, la anestesista se desligó del hecho y lo responsabilizó por haber “perforado” el esófago.
En el comienzo del juicio por la muerte de Débora Pérez Vilpin, el endoscopista Diego Bialolenkier aseguró ante el Tribunal estar “convencido” de su “inocencia” tras enterarse del testimonio que brindó la anestesista Nélida Inés Puente, otra imputada en la causa, quien le adjudicó toda la responsabilidad al especialista por haberle propinado una “perforación del esófago” a la periodista y legisladora porteña.
“Lo único que ingresó al cuerpo de Débora fue el endoscopio”, expresó Puente al ser indagada por más de dos horas y media. Además, ratificó los resultados de las pericias realizadas por los integrantes del Cuerpo Médico Forense que indicaron que durante la intervención se produjo el fatal desenlace.
Y del otro lado llegó la respuesta. “Estoy convencido de mi inocencia; no hay ninguna posibilidad de que yo haya causado lo que pasó”, expresó Bialolenkier ante el juez Javier Anzoátegui, del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 8 de la Capital Federal. El acusado se limitó a expresar esas breves palabras y decir que declararía en otro momento, opción de la que puede hacer uso como cualquier imputado en este tipo de procesos.
Pasado el mediodía declaró Enrique Sacco, pareja de Pérez Volpin desde hacía siete años. Ante los medios, Quique aseguró que su mujer se encontraba “con una molestia estomacal pero estaba normal” antes de realizarse la endoscopia que derivó en su muerte. En este sentido, contó que “los primeros estudios le habían descartado la hernia hiatal” y le indicaron quedarse en el sanatorio La Trinidad para realizar el procedimiento que tenía programado.
Tanto Bialolinkier como Puente se encuentran acusados de “homicidio culposo”.