La reciente liberación de Gerardo Ferreyra, el último empresario que estaba preso, sembró la polémica y en la Justicia reconocen que el proceso puede retrasarse por los recursos y pedidos de prueba de las 53 personas acusadas.
Luego de que la Cámara Federal ordenara liberar a Gerardo Ferreyra, el propio dueño de Electroingeniería consideró que “el juicio por la causa de los Cuadernos no va arrancar nunca”. Se trata de un expediente elevado a juicio oral sin fecha de inicio y con posibilidades de que no arranque.
Para tener en cuenta, el nuevo clima político con un posible recambio en el poder entusiasma a los involucrados en causas de corrupción K que buscan eludir algún proceso judicial. “Indudablemente la política se hace sentir en los tribunales. En Comodoro Py siempre han estado atentos a lo que pasa políticamente”, agregó el empresario excarcelado para abonar su teoría de los nuevos tiempos judiciales.
Justamente hace 15 días, el juez Claudio Bonadio mandó a juicio oral a 53 procesados entre la ex presidenta Cristina Kirchner, ex funcionarios K y empresarios. Y todos esos involucrados, descuentan, presentarán todo tipo de “planteos que se deberán resolver” aseguran en la Justicia y reconocen que esas presentaciones podrían demorar el inicio del juicio que quedó en manos del Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7). Dicho tribunal será el responsable de fijar la fecha de arranque para el proceso.
En los tribunales de Comodoro Py confían en que la causa no debería frenarse por la “cantidad de pruebas en la investigación”. Y además señalan que aún hay personas detenidas en el expediente, lo que debería acelerar su comienzo. Entre otras, siguen detenidos Roberto Baratta y Julio De Vido.
Sin embargo, más allá del optimismo saben que el arranque del juicio podría tener demoras. Cada procesado llevará un tiempo de resolución. Tras ese período, los implicados en el juicio podrán proponer nuevas medidas de prueba, peritajes y hasta ofrecer testigos. No solo los imputados podrán hacerlo, también las querellas y la fiscalía a cargo de Fabiana León.
Todos estos pedidos, planteos y solicitudes de pruebas demandarán tiempo -por la cantidad de personas involucradas- y harán demorar el inicio del proceso. Además, hay otro punto que podría modificar el rumbo del juicio y que evitaría que todos los acusados estén sentados juntos en el banquillo de los acusados. Es que las defensas de algunos de los empresarios involucrados buscan evitar la foto de los hombres de negocios sentados frente al tribunal. Para eso, no descartan negociar un juicio abreviado en el que terminen reconociendo la comisión de algunos delitos a cambio de una posible multa o incluso una pena menor.