Cristina Kirchner: «Estoy despojada de cualquier vanidad o ambición”

“Quiero volver a tener una Argentina donde la gente vuelva a ser feliz”, dijo la candidata a vicepresidente en un encuentro de trabajadoras bancarias.

A tan solo 10 días para las PASO, Cristina Kirchner reapareció en un nuevo acto público en el que combinó las críticas al gobierno de Mauricio Macri con el pedido del voto para que los argentinos “vuelvan a tener una vida normal” y que “la gente sea feliz”.

Ante unas 800 trabajadoras bancarias reunidas en el gremio que encabeza Sergio Palazzo, la compañera de fórmula de Alberto Fernández en el Frente de Todos sostuvo que está “despojada de cualquier vanidad o ambición”. En ese sentido, después de sostener que “las mujeres y los jóvenes son los dos colectivos más agredidos” por las políticas del oficialismo, Cristina arremetió por la “falta de sensibilidad” que hay en la Casa Rosada.

La senadora utilizó un caso reciente para argumentar sus cuestionamientos a la actual gestión: la convocatoria del Servicio Penitenciario bonaerense para trabajar como guardiacárcel a la que se presentaron cientos de postulantes. La expresidenta describió la situación como “trágica” y apuntó contra la gobernadora María Eugenia Vidal, aunque sin nombrarla.

“Si quien tiene la responsabilidad de conducir ese gigante [por la provincia de Buenos Aires] ve una cola de un kilómetro y medio y después escuchamos negar eso y decir que en realidad iban a estudiar de guardiacárceles…”, comenzó. Y agregó: “No me preocupa tanto la falta de capacidad para entender como la falta de sensibilidad”.

“Es hora de que en la política se vuelva a hablar de sentimientos, de sensibilidad. Se puede ser muy capaz. Pero si no te importa un corno lo que le pasa al otro o a la otra, ¿de que sirve la capacidad?”, ahondó la expresidenta.

El evento duró poco más de media hora. A diferencia de su última aparición en Mendoza, donde presentó su libro, Cristina evitó las definiciones polémicas o estridentes. El sábado pasado, su comparación entre la situación alimentaria local y la de Venezuela generó críticas a tal punto, y tanto en el oficialismo como dentro del propio Frente de Todos, que Alberto Fernández debió salir a aclararla.

“Quiero volver a tener una Argentina donde la gente vuelva a ser feliz: a disfrutar un fin de semana, a poder comprarle al hijo un juguete a fin de mes, poder salir, una vez al mes al menos a comer afuera”, describió. En ese contexto, y después de comparar los “supermercados vacíos” de la actualidad con “la ida al supermercado como un programa familiar” durante su gobierno, insistió en la necesidad de que “las familias vuelvan a tomar leche y yogres y a comer galletitas”. “No estoy describiendo lujos, sino lo que era nuestra vida cotidiana. Se trata de volver a tener una vida normal”, reforzó.

“Quiero que todos hagamos el esfuerzo de persuadir y de hablar. No de convencer. Tenemos que retomar el diálogo entre nosotros, poder charlar razonablemente. No tomar al otro como un enemigo a vencer”, pidió.

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