Pablo Ventura dijo que la noche del crimen de Fernando Báez Sosa estuvo con su familia en un restaurante de Zárate. Un video los muestra allí, pero una última prueba derribaría esta versión.
Pablo Ventura, el último de los jóvenes detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gésell, declaró no haber participado del hecho ni haber estado allí, aunque la fiscal Verónica Zamboni no le creyó y seguirá en prisión de manera preventiva.
Su familia había dicho el lunes que aportaría un video para demostrar que el adolescente no estuvo en Villa Gesell, sino en su ciudad natal de Zárate. Sin embargo, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, aseguró en TN que no lo entregaron.
“Este es uno de los elementos de prueba sobre este imputado”, afirmó Escoda e insistió: “Tenemos filmaciones de un vehículo desde el lugar hasta Zárate, donde se lo detuvo, es un vehículo de iguales características”.
Aunque el papá y el abogado de Ventura adelantaron que ofrecerían como prueba esa grabación, el fiscal informó que “ese video no está incorporado en la causa” y relativizó: “Nosotros fuimos al restaurante, pero el dueño dijo que no lo tiene y que el que tiene la clave para acceder a la cámara se fue a Brasil”.
En simultáneo, los investigadores aguardan los resultados de dos medidas urgentes: pidieron un análisis de las antenas de los teléfonos y el tránsito en los peajes de la autopista para certificar si el acusado estuvo en la ciudad donde se produjo el homicidio.
Hasta entonces, el remero continuará en prisión al igual que los diez rugbiers arrestados.