Enio García, jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense, aseguró que los funcionarios se mantienen alerta sobre la crecida de contagios y detalló que la opción de nuevos cierres está latente.
Desde el comienzo de la semana, las autoridades nacionales y de la Provincia y Ciudad de Buenos Aires mantuvieron una serie de reuniones en Casa Rosada, a partir de la confirmación de una curva ascendente de casos de coronavirus en el territorio del AMBA. Por esta situación, se comenzó a analizar la chance de que se den nuevos cierres por la pandemia.
Enio García, jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense, se refirió a esta situación que todavía no es alarmante pero que podría serlo cercano a las fiestas, lo que obligaría a dar varios pasos para atrás, para tratar de frenar la circulación del virus. A esto hay que sumarle las recientes noticias de las demoras en la llegada de las vacunas al país.
«Si vemos más contagios y muertos no hay ninguna duda que se van a tomar decisiones restrictivas. Que cada uno cumpla su papel, porque sino se va a complicar para todo el mundo», advirtió en medios radiales, asegurando que uno de los factores a tener en cuenta para implementar los controles es el sistema de salud y evitar su colapso.
«Veníamos con un descenso sostenido de casos hace dos meses, baja en la ocupación de camas de terapia y en la positividad de los testeos, pero todos esos indicadores se revirtieron«. Sin embargo, «aumentaron los ingresos a terapia por Covid, el indicador de llamadas a la línea de 148 muestra un aumento y la positividad creció» y estimó que todo ello «enciende una luz de alerta».
«Si no aprovechamos el verano para cuidarnos vamos a quedar mal parados para una segunda ola de coronavirus. Después de un año tan difícil la gente busque un esparcimiento, hay que marcar que no se deben relajar medidas». Además advirtió que si la situación empeora, no será necesario «esperar a febrero, marzo o abril para tomar medidas más restrictivas».