Entre sus delitos, cometieron ataques con caños de PVC rellenos de cemento contra transexuales y militantes por la igualdad de género
Integrantes de un grupo neonazi que operó en Mar del Plata entre 2013 y 2016 fueron condenados hasta más de nueve años de prisión por el Tribunal Oral Federal de la ciudad balnearia.
Los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Bernardo Bibel fundamentaron la pena “por organizar -o formar parte- de una agrupación destinada a imponer sus ideas y combatir las ajenas por la fuerza o el temor; por el delito de pertenecer a una organización y realizar propaganda basada en ideas o teorías de superioridad de una raza, religión o grupo étnico”.
Algunas de las penas fueron incrementadas por los ataques con caños de PVC rellenos de cemento contra transexuales y militantes por la igualdad de género. Los ataques comenzaron en 2013 y finalizaron en 2016, cuando todos los miembros de la banda fueron apresados.
“Los delitos perpetrados por los acusados incitan al odio, a la hostilidad, a la discriminación, a la violencia, todos sentimientos destructivos del orden social y democrático”, argumentó el juez Falcone. La participación de algunos de los condenados en los ataques no pudo ser comprobada, pero los magistrados identificaron su “co-autoría” en los hechos.
“Es cierto, Olea no estaba cuando agredieron a Lucas Baima con palos de PVC cargados de cemento, pero cuando él llegó corriendo detrás, ¿qué hizo?: le escupió la cara y le espetó: ‘¿me vas a seguir tapando las esvásticas?’. No exonera -dijeron los jueces- la responsabilidad de Olea por haber llegado cuando el brazo estaba roto o la cabeza partida. La golpiza los representa a todos”, sostuvieron en el fallo.
Alan Olea, Gonzalo Paniagua y Oleksander Levchenko recibieron las penas mayores, condenados a nueve años y seis meses de prisión; Nicolás Caputo a ocho años y seis meses, y al igual que Giuliano Spagnolo, condenado a cinco años y seis meses de prisión; Franco Pozas recibió cuatro años y seis meses de cárcel, mientras que Giordano Spagnolo fue absuelto.
Los detenidos cumplirán sus condenas en el Penal 28, que está ubicado en la localidad de Magdalena. El tribunal rechazó la posibilidad de que quedaran bajo prisión domiciliaria.