Alfonso Doniacuo se lanzó al vacío desde una de las grúas del dique 4. El escalofriante video fue viralizado en redes sociales y en las últimas horas se reveló que el hombre fue acusado de intentar matar a golpes a una persona que frecuentaba el Centro Naval de Olivos.
El suicidio de un jubilado fue noticia este miércoles tras lanzarse al vacío desde una de las grúas del dique 4 Puerto Madero. El hecho fue registrado por un testigo, se viralizó rápidamente y en las últimas horas se terminó de revelar qué era exactamente lo que atemorizaba a Alfonso Doniacuo.
Todo se remonta al lunes 27 de agosto del año pasado. Ese día, cerca de las 19, el hombre se cruzó con J.P.A., un ex amigo. Alfonso creía que lo había traicionado y que hablaba mal de él a sus espaldas, así que cuando se lo encontró tomó un fierro de la calle y lo golpeó con furia. Con los ojos inyectados de sangre, el jubilado gritaba mientras golpeaba: “Te voy a matar, te voy a sacar la vida”. En ese lapso se metió un tercero y logró separarlos. Aunque no lo mató, Doniacuo terminó por fracturarle un brazo.
Así, J.P.A. radicó la denuncia contra el jubilado por tentativa de homicidio y lesiones graves. El caso lo tomó la UFI Vicente López Oeste del fiscal Alejandro Guevara y el Juzgado de Garantías N° 3. Para el fiscal, Doniacuo tuvo claramente una intención de matar a su víctima.
Ante dicho expediente, que le valió el paso por una celda, Doniacuo se quitó la vida para “liberar” a su mujer y a su familia, -según como lo afirmó él mismo- en su nota suicida.
El Centro Naval de Olivos es el punto clave de este drama. En ese club, uno de los náuticos más importantes de la zona, pasaron sus fines de semana durante muchos años la familia de Doniacuo -que fue empleado del Estado Mayor de la Armada durante casi 20 años- y la de J.P.A.
Ellos era amigos, sumamente amigos, apunta un investigador del caso a Infobae. Salían a navegar juntos y hasta eran socios en algún emprendimiento. Incluso había un parentesco lejano: J.P.A. estaba en pareja con una sobrina del hombre de 74 años. Pero en el último tiempo algo pasó. Algunos meses antes del episodio de la golpiza, J.P.A., según declaró ante la Justicia, comenzó a alejarse de su amigo. Lo empezó a notar violento. No quiso compartir más cosas con él. No fue el único que se distanció. Con él se fueron alejando otros socios del Naval que dejaron de compartir cosas en común.
Rumores desagradables llegaban a la causa instruida por el fiscal Guevara, que fueron dichos por Doniacuo mismo en su indagatoria: aseguró que su ex amigo lo trataba de “cornudo”, que lo difamaba, que lo trataba de violento. J.P.A., por su parte, declaró que lo consideraba un hombre violento, que no quería tratarlo más.
La Justicia dispuso la detención de Doniacuo. Fue arrestado el 7 de febrero pasado pero solo pasó cinco días tras las rejas, ya que por su avanzada edad quedó libre.
En el lugar del suicidio se encontró el DNI del jubilado y la carta que escribió: “Tomo la decisión de suicidarme para liberar a mi Sra. Esposa y flia del sufrimiento por la causa IPP – 14-06-003324-18, juzgado de San Isidro; que mi persona se imputa”, se podía leer.