“No tenían ese color semanas atrás”, advirtieron desde la organización Dogs of Chernobyl.
Un grupo de perros con pelaje azul fue avistado en los últimos días en la zona de exclusión de Chernobyl, generando sorpresa entre los cuidadores y científicos que trabajan en el área afectada por el desastre nuclear de 1986. La organización Dogs of Chernobyl, responsable del monitoreo y cuidado de los animales del lugar, difundió imágenes donde se observa a varios ejemplares con un llamativo color azul, algo nunca antes registrado en la región.
El hallazgo y las primeras observaciones
El descubrimiento fue comunicado el lunes 13 de octubre, cuando voluntarios detectaron a varios perros con el pelaje completamente teñido en las inmediaciones de la planta nuclear y la ciudad de Chernobyl.
“No eran azules la semana pasada. No sabemos la razón y estamos intentando capturarlos para averiguar qué está ocurriendo”, informaron desde Dogs of Chernobyl a través de un video publicado en redes sociales.
Pese al impacto visual del fenómeno, los cuidadores aclararon que los animales se encuentran activos y en buen estado de salud. Desde 2017, la organización —afiliada al Clean Futures Fund— alimenta y brinda atención veterinaria a unos 700 perros que habitan la zona de exclusión, un área de aproximadamente 47 kilómetros cuadrados donde la radiación supera hasta seis veces el límite permitido para trabajadores humanos.
Hipótesis sobre el color azul
Hasta el momento no existe una explicación definitiva sobre el origen del color del pelaje, aunque la hipótesis más fuerte apunta a un posible contacto con productos químicos o contaminantes presentes en el entorno.
Los voluntarios remarcaron que, más allá del cambio en el color del pelo, los animales no presentan signos de enfermedad ni alteraciones de comportamiento, lo que sugiere que el fenómeno podría tener un origen externo y no genético.
Los perros de Chernobyl: herederos de una tragedia
Estos animales descienden directamente de las mascotas abandonadas durante la evacuación de 1986, tras la explosión del reactor número 4 de la central nuclear. Con el paso de los años, la ausencia humana permitió que la fauna silvestre se expandiera y que los perros sobrevivieran adaptándose a un entorno extremo de radiación y contaminación.
Investigaciones recientes han demostrado que estos animales han desarrollado mutaciones genéticas únicas. Un estudio publicado en 2024 por un equipo liderado por Norman J. Kleiman, de la Universidad de Columbia, analizó muestras de sangre de 116 perros semisalvajes capturados en distintos puntos de la zona y halló 400 loci genéticos atípicos y 52 genes asociados a la exposición crónica a radiación y metales pesados.
Los resultados, publicados en la revista Canine Medicine and Genetics en 2023, confirmaron que los perros de Chernobyl conforman poblaciones genéticamente diferenciadas y con una resistencia inusual frente a contaminantes ambientales.
Próximos pasos en la investigación
Aunque no hay evidencia que vincule directamente las mutaciones genéticas con el color azul del pelaje, los científicos continúan analizando muestras para determinar si el fenómeno tiene relación con reacciones químicas externas o procesos biológicos internos.
