A dos meses de la muerte de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin, su compañero Marcelo Bonelli cuestionó al juez a cargo del caso, Gabriel Ghirlanda. “Sabemos que cuando se demoran las investigaciones lo único que se logra es que no se llegue a la verdad. Está claro que el juez no actúa como corresponde”, sostuvo en Sábado Tempranísimo. Leé el descargo completo.
“Ayer se cumplieron dos meses de la muerte de Débora, nuestra amiga, nuestra compañera. Y hay una lentitud que nadie entiende en la investigación. Sí sabemos que cuando se demoran las investigaciones lo único que se logra es que no se llegue a la verdad.
Aquellos que no quieren que se sepa la verdad de por qué murió Débora embarran la cancha, empujan las demoras. Después de dos meses, recién ahora empezaron a tomarse algunas declaraciones testimoniales. En el medio, la fiscal se fue de vacaciones 15 días.
Los primeros datos fueron muy concluyentes: confirmaron que murió a causa de ese examen que obviamente que no se hizo como correspondía. Está claro que el juez que interviene en la causa, Gabriel Ghirlanda, no actúa como corresponde. Hubo pedidos de la querella y de la fiscal y el juez mira para otro lado. Permitió cosas increíbles. Por ejemplo, que de la autopsia participen los peritos de Galeno, pese a que no son partes de la causa penal. El juez además demoró tres días en ordenar el allanamiento del quirófano.
Entonces, el endoscopio que entregó La Trinidad es viejo y no guarda imágenes. ¿Para qué se ordenó un estudio si se habría usadoun aparato que no permitía grabarlas ni tomarlas?
El juez no concurrió al allanamiento, no conoce el lugar del hecho, no sabe cómo es el quirófano, ni dónde queda. El juez rechazó el pedido de allanamiento del fiscal en el que se iban a secuestrar pruebas importantes para saber la verdad: la historia clínica, la computadora que registró qué le pasa al paciente durante una operación, el listado del personal que ese día habría estado en el quirófano, las imágenes de las cámaras, etcétera. Todo esto era elemental para la investigación.
No tiene buenos antecedentes este juez. En 2005, fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura por Madres del Dolor por permitir la liberación de Claudio Alvarez, condenado por violación, quien después asesinó a una vecina y violó a su hija de 13 años. En 2011, fue denunciado por la familia de Zahira Morales, la niña a la que se le cayó el arbol en Ciudad de Buenos Aires, por haber sido comprado poruna cifra de 6 ceros, según asegura la familia. Por eso, el reclamo ayer de mucha gente para que se sepa la verdad.
Acá no hay ningún ánimo de revancha ni nada. Queremos saber la verdad”.