Carrió frena las entrevistas porque se “aburrió de escucharse”, pero agita la interna en el Congreso

La líder de la Coalición Cívica promete moderar su exposición pública, aunque sostiene que la discusión en Juntos por el Cambio seguirá abierta.


Por Martín Bravo para Clarín.

Elisa Carrió avisó que por el momento no dará más entrevistas y canceló las que tenía previstas para estos días. Más que para apaciguar el tembladeral que provocaron sus dichos en Juntos por el Cambio, por aburrimiento. “Me canso de escucharme a mí misma y cuando eso pasa no sirve, porque los demás también se cansan”, dio como argumento a la moderación en su exposición pública, aunque para la líder de la Coalición Cívica la discusión seguirá abierta y desde su espacio advirtieron que no permitirán que “censuren” sus planteos.

Esa suerte de repliegue mediático no implicará un retroceso en sus posiciones. Todo lo contrario. Carrió ratificará su postura cada vez que lo considere necesario, como este domingo para responder pronunciamientos y publicaciones que no le gustaron durante el fin de semana. “Lo que causa escándalo no es el mensajero ni su tono, es su estilo ‘poco patriarcal’. Lo que causa escándalo es la verdad”, tuiteó la ex diputada. La Coalición Cívica también puso en marcha una iniciativa en el Congreso para reafirmar su posición.

La propia Carrió lo había adelantado en su última entrevista, en el Instituto Hannah Arendt: “¿Me quitan la palabra? Si quieren que me vaya de Juntos por el Cambio no tienen más que pedirme. Ahora, ¿cómo van a eludir una voz de 35 años en la Argentina?”. El miércoles volverá a exponer en el curso “Pandemia, Crisis y Salud Mental”, esta vez con el psicoanalista José Abadi. Se verá si en ese marco aprovecha para volver sobre la interna de Juntos por el Cambio o con más pronunciamientos en las redes sociales.

Uno de los ejes de la discusión pasa por las motivaciones de la arremetida de Carrió. Desde el PRO y el radicalismo atribuyeron los cuestionamientos a Rogelio Frigerio, Cristian Ritondo, Emilio Monzó, Patricia Bullrich, Gerardo Morales, Facundo Manes y Margarita Stolbizer a una estrategia para posicionarse de cara a las definiciones electorales y la conformación de las listas para el año próximo.

La cofundadora de Cambiemos lo fundamentó en una suerte de “ataque preventivo” para establecer límites en la “construcción en base a conductas”, luego de la asunción de Sergio Massa en el ministerio de Economía y también con la mirada en la nueva etapa del espacio. Carrió señaló los vínculos con el ex titular de la Cámara de Diputados, aludió a presuntos negocios en común y en algunos casos a cuestiones personales.

“La discusión sobre cuál tiene que ser la centralidad de Juntos por el Cambio está abierta. En términos ideológicos, partidarios y de vínculos, tiene que ser panrepublicana. Esa discusión existe desde 2015, se fue reabriendo a lo largo de los años y ella (por Carrió) ve que ahora hay que fortalecer”, dijo Juan Manuel López -jefe de bloque de la Coalición Cívica en Diputados- a Clarín, y advirtió: “No vamos a permitir que nos censuren de poder discutir estas cosas. Siempre vamos a estar atentos a los negocios que pueda haber en el massismo o en aliados de Juntos por el Cambio”.

Nuevo proyecto

En esa dirección, Carrió hizo otro movimiento en el Congreso: la bancada de la Coalición Cívica en Diputados anunció que volverá a presentar el proyecto de una nueva Ley de Etica Pública, elaborado por Laura Alonso y Fernando Sánchez durante el gobierno de Mauricio Macri y que perdió estado parlamentario en marzo del año pasado. Desde el espacio de Carrió marcaron que el resto de Juntos por el Cambio no había retomado su impulso y que ese texto dejará expuestos a integrantes del PRO.

“Queremos exigirles más a los que ocupamos cargos públicos. Por un lado mejorar la evolución patrimonial y por otro aumentar las exigencias para advertir los conflictos, incorporando el deber de declarar todo tipo de intereses al ingresar al Estado”, argumentó López en sus redes sociales, y agregó que el proyecto propone declarar las actividades laborales, profesionales, empresariales y en defensa de intereses sectoriales: “Los legisladores deberemos expresar los intereses antes de votar”.

Algunos apuntados como Frigerio, Ritondo y Milman analizaban presentar una querella contra Carrió por calumnias e injurias, aunque por el momento no avanzaron. El ex ministro del Interior se propuso reunir las acusaciones políticas y personales desde 2018 y podría hacerlo esta semana. El jefe del bloque del PRO en Diputados lo supeditaba al aval de Macri, Bullrich y María Eugenia Vidal. En el almuerzo del viernes en la Costanera, el ex presidente intentó frenar las denuncias para evitar que escalara el conflicto.

La reunión entre los referentes del PRO quedó atravesada por las desconfianzas cruzadas. Bullrich había atribuido el conflicto a Rodríguez Larreta, su rival en la disputa por la candidatura presidencial. Desde el sector del jefe de Gobierno y en parte del radicalismo a su vez señalaron a Macri, por su silencio y la coincidencia con Carrió en rechazar los vínculos con Massa y eventuales acuerdos con el “panperonismo”, como expresó Fernando de Andreis, uno de sus dirigentes más cercanos.

A su vez, la filtración de un mensaje de WhatsApp de Morales a Carrió, con cuestionamientos a la ex diputada por no señalar presuntos negocios de Rodríguez Larreta y Macri, sumó otro capítulo al conflicto. La intención será “dar por superada” la discusión, aunque Carrió advirtió que seguirá abierta.

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